Este miércoles, el exministro de Seguridad de Córdoba, Alfonso Mosquera, declarará como testigo, en el juicio que se sigue a 13 policías por el crimen de Valentín Blas Correas, el adolescente asesinado a balazos en un control de tránsito el 6 de agosto del 2020 en la capital provincial.
El ex funcionario hablará ante el tribunal y el jurado luego de la intervención del ex subdirector de Seguridad de la capital provincial, Gonzalo Cumplido, quien antes de ingresar en la sala aseguró que diría "todo lo que sé, hice y me pasó", y añadió que “no quisiera ver más" a Mosquera, a quien consideró una “persona abominable”.
Tanto Cumplido como Mosquera eran funcionarios al momento del ataque policial que terminó con Correas, de 17 años, muerto a balazos.
Cumplido dijo a la madre de Blas, Soledad Laciar, que tras el crimen Mosquera le había prohibido que tomara contacto con ella y su familia para transmitirle las condolencias y darles explicaciones de lo ocurrido, aseguró la mujer en su declaración ante el tribunal, el mes pasado.
Laciar también afirmó que cuando el entonces ministro Mosquera estaba en sus funciones, el gobernador Juan Schiaretti no le permitió reunirse con ella.
"Mosquera me envió un mensaje de condolencias por Whatsapp recién el 11 de agosto", dijo Laciar. En esa ocasión, añadió, ella le pidió que le gestionara una reunión con el gobernador Schiaretti "solo para verlo a los ojos", pero el entonces ministro no accedió al pedido.
"Nunca recibí explicaciones del Gobierno de lo que le había ocurrido a mi hijo", dijo Laciar.
El 20 de septiembre de este año, el gobernador Schiaretti relevó del cargo a Mosquera, ante los reclamos crecientes por hechos de inseguridad y por el aumento de acciones de violencia institucional cometidos por personal policial en la provincia.
Trece policías para un crimen
La investigación estableció que en ese momento el suboficial Lucas Gómez, de 37 años, efectuó cuatro disparos con su arma reglamentaria, mientras que el cabo primero Javier Alarcón, de 33, disparó en dos oportunidades.
La acusación fiscal sostiene que, luego, los policías "plantaron" un arma en las cercanías de la zona del control policial, para sustentar su versión de que se había tratado de un enfrentamiento con un grupo armado.
Los policías Gómez y Alarcón llegan al juicio acusados de ser "coautores de homicidio calificado por abuso de su función y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos- y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos".
Los otros 11 policías acusados son Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica. Sobre todos ellos pesan las imputaciones de "falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público"