En este corto protagonizado por Mariana Frare y Natalia Pérez, con dirección artística de Marcos Ramos y dirección audiovisual de Adrián Ruiz Díaz, Abelia y Catalina viven en un mundo aparentemente apacible, doméstico. Una casa que tiene sus propios ritmos vitales: florecer y marchitar. Abelia arregla, cuida, ordena lo que crece, usa guantes, delantal y utensilios. Catalina habita la casa existencial, no sabe bien qué hacer y a veces en esas confusiones deviene una cosa más. Algo pulsa de manera inquietante, siniestra, adelantan sus realizadores (A las 20 en Bon Scott, Pichincha 131).