“¿Cómo gestionar una editorial sustentable?” La pregunta es el desvelo de toda persona que alguna vez soñó con llevar libros –propios también, pero sobre todo ajenos- a una imprenta. En el caso de la historieta se suma un desafío adicional, que es que la mayoría del know-how del medio se orienta a los libros tradicionales. Cómo publicar cómics y sobrevivir al intento se juega más en intuiciones y verdades aprendidas sobre la marcha. Ese mar de fondo está en el Festival Galera, que será la primera edición de un Encuentro Nacional de Editores de Historietas que se celebrará este jueves y viernes en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa (Av. San Martín 1080), de Rosario. El encuentro, al que acudirán responsables de sellos de Buenos Aires, Santa Fe y la ciudad anfitriona, tendrá una feria abierta al público, pero centrará sus actividades en el quehacer editorial. Cada charla será transmitida en vivo por Youtube y quedará subido el registro, con la intención de sostener el debate y la transmisión de ideas más allá del territorio de la ciudad y los días del encuentro.
“Siempre tuve la inquietud de que Rosario debía tener más actividades relacionadas con la historieta en el calendario anual”, señala Mariano Abrach, responsable de Multiversal Ediciones y creador del Festival Galera. Abrach también forma parte de la organización de la convención internacional Crack Bang Boom. “Hace más de una década tenemos CBB, y antes tuvimos Leyendas por otro tanto, pero creo que Rosario tiene lugar y demanda y oferta para más”, explica. “A su vez, mirando al panorama nacional, hay muchos eventos dedicados al cómic y afines pero ninguno abocado directamente a lo editorial, que es un trabajo que fue creciendo, medio renaciendo de las cenizas del 2001, y está en todos los eventos pero poco en el foco de atención, en sus problemáticas, necesidades, especificidades”.
El intercambio sobre el quehacer editorial, explica Abrach, siempre es al margen. En una pausa, en un bar, en la presentación de un libro ajeno, por chat o por mail. Encuentros como la FED, reconoce, también resultan inspiradores. “Pero editar historietas tiene sus cuestiones particulares”, señala. Si la edición de historieta local atravesó un período de conformación primero, y de disolución luego, de colectivos editoriales, no por ello desaparecieron las problemáticas comunes. “Sigue la necesidad de colectivizar problemas, inquietudes, demandas, experiencias, sin necesariamente unirse en una relación de sociedad”.
“Otro de los objetivos del encuentro es delinear un estado de situación –anticipa el editor-, yo siento que estamos surfeando una ola gigante y peligrosa”. Desde su perspectiva múltiple (además de editor, gestor y librero, también es periodista especializado), Abrach observa que hay un público fiel “que banca la edición nacional”, que se manifiesta en que cada preventa tiene un piso firme de compradores. “No hay que darla por sentado, y siempre tratarla con respeto y cuidado, pero están ahí y nos sostienen mucho más de lo que creen. El desafío es crecer más allá de eso, es el gran “qué le falta a la historieta argentina”, comenta.
De cara a las dos jornadas por delante, Abrach se entusiasma. “Los colegas lo recibieron muy bien, a muchos les interesan más las charlas y los debates que ir a feriar, me hicieron sentir que un encuentro así estaba necesitándose”, cuenta. “Creo que el aprendizaje fundamental que tenemos es el encuentro con otros para pasarnos información. La idea es intentar un análisis para generar soluciones a futuro, por eso no queremos que quede en la sala de Rosario, sino transmitirlo por Youtube y dejar ahí el contenido, con la idea de que lo que se hable en esos dos días siga rebotando después, pueda ser escuchado y discutido por otros editores. Potenciar debates y que sean retomados por cada uno en su labor y en futuras ediciones”.