El 90 por ciento de la atención en salud sexual y reproductiva podría ser brindada por las obstétricas, en su mayoría mujeres con la formación necesaria y capacitadas para mejorar el acceso y la calidad de los servicios. Sin embargo representan menos del 10% del personal médico, por eso es necesario regularizar el ejercicio de la profesión y aprovechar su potencial en beneficio del derecho a la salud, propone una campaña conjunta del Centro de Estudio de Estado y Sociedad (Cedes), Ipas, Red de Acceso al Aborto Seguro en Argentina (Redaas) y el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa), para impulsar un proyecto de ley “que reconozca la dignidad y autonomía de la obstetricia como una especialidad en el campo de la salud y no como una labor subordinada a la medicina”.
Fortalecer las competencias y funciones del trabajo obstétrico, sostienen, mejoraría las oportunidades de alcanzar la cobertura universal en salud sexual, reproductiva y materna de calidad. En el país, 22 de las 24 jurisdicciones tienen regulada la profesión, pero las competencias y la autonomía profesional reconocidas son muy dispares según el territorio. “Todas las normas internacionales de los organismos rectores de la salud pública reconocen el importantísimo rol que juegan las obstétricas en la promoción, la prevención y el tratamiento de algunos problemas en la salud de la persona gestante, la salud neonatal y la salud sexual y reproductiva”, destaca la socióloga Silvina Ramos, investigadora titular de Cedes e integrante de Redaas. “Las obstétricas en su amplísima mayoría son mujeres que atienden a mujeres. Entonces, el reconocimiento de la autonomía profesional es también una cuestión de género.”