Amenaza explosiva 6 puntos
Balsinjeahan, Corea del Sur, 2021
Dirección: Kim Changju.
Guion: Kim Changju, basado en el guion de El desconocido, escrito por Alberto Marini.
Duración: 94 minutos.
Intérpretes: Ji Chang-Wook, Jo Woo-jin, Jae-In Lee, Haerry Kim.
Estreno: en salas exclusivamente.
La película coreana Amenaza explosiva forma parte de un fenómeno que comenzó a darse hace algunos años en la industria del cine: la pandemia de remakes múltiples, películas exitosas, por lo general ajenas a Hollywood, que son replicadas varias veces en distintos países casi de forma viral. Pasó por ejemplo con la francesa Amigos intocables (2011), que se volvió a filmar en Estados Unidos en 2017 y que un año antes había tenido una versión argentina, Inseparables, con Rodrigo de la Serna y Oscar Martínez. Ocurrió de nuevo con la argentina Corazón de león (2013), que tuvo una encarnación colombiana y otra francesa. Y también con la chilena Sin filtro (2016), que se volvió a filmar ¡cinco veces!, en Argentina, España, Italia, México y Panamá.
El caso de la surcoreana es similar, solo que no se trata de la cepa original, sino de una de sus mutaciones. Es que esta película de 2021 es una versión bastante precisa de la española El desconocido (2015), dirigida por Dani de la Torre y con Luis Tosar en el papel principal. Además de esta adaptación asiática, también hay una alemana de 2018, Steig. Nicht. Aus!, y ya está casi lista una tercera remake (aunque todavía no tiene fecha de estreno), realizada en Estados Unidos bajo el título de Retribution, que está protagonizada por Liam Neeson y fue dirigida por Nimród Antal.
El argumento en los cuatro casos es idéntico. Un empresario recibe una llamada anónima mientras lleva a sus hijos en auto al colegio. En ella, un desconocido le informa que ha colocado una bomba debajo de su asiento y que si no le transfiere una suma millonaria los hará reventar a todos. El nivel de precisión que tanto la réplica coreana como la alemana guardan con el original español es tal, que hasta los trailers de las tres producciones parecen clones. Las películas no se asemejan solo en los diferentes giros que propone la trama, sino también a nivel estético. Misma paleta de colores, similares encuadres y planos, idéntico estilo de montaje, como si se tratara de copias de cuadro por cuadro. Y, por supuesto, también es el mismo el dilema moral que sostiene el andamiaje del relato y que en todos los casos esboza una clara crítica al sistema financiero.
Por supuesto, hay detalles que separan a una de otra, pero estos se perciben más claramente en el nivel estético que en el narrativo. Por ejemplo, en la elección de la banda sonora, que en el caso de Amenaza explosiva utiliza leitmotivs más bien sensibleros, más cercanos al melodrama que al suspenso. Pero a pesar de su naturaleza imitativa, la película coreana funciona como una pieza de relojería, manteniendo la tensión con eficiencia incluso en aquellos momentos en los que la trama se aleja de lo verosímil. Una fábula moral con ritmo de thriller y emotividad de culebrón.