En medio de un contexto inflacionario complejo que pondrá cerca del 100 por ciento la suba de precios en este año, la vicepresidenta, Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Sergio Massa, trabajan para concretar antes de fin de año el pago de una suma fija que se incorporaría al salario, algo parecido a lo que ambos ya hicieron para los trabajadores del Congreso. La posibilidad de hacerlo la dio a conocer el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, en una entrevista periodística.
Según supo Página/12, la idea es que, una vez concretada, esa política esté acompañada por una especie de acuerdo de precios y salarios que estabilice el escenario y, sobre todo, evite que el cobro de esa suma se vaya a precios vía especulación empresaria. En principio, los números sobre los que trabajan son una suma de entre 20 y 40 mil pesos, pero lo que resta definir es el universo a cubrir. En agosto de este año, el diputado Máximo Kirchner asistió a un acto con trabajadores de la UOM y pidió allí por una suma fija de 30 mil pesos hasta fin de año.
Un nuevo piso para las paritarias
CFK y Massa vienen trabajando en el tema en reuniones reservadas, mientras que el Presidente Alberto Fernández no está del todo convencido en llevarlo a cabo. Los que sí ya se manifestaron en contra fueron los dirigentes de la CGT, que en el festejo del 17 de octubre aseguraron que el instrumento para lograr mejoras son las paritarias. En este contexto, los que sí están a favor aseguran que ambas herramientas son complementarias y que, en particular, la suma fija podría generar un shock en los ingresos estableciendo una base mejor para las paritarias.
Para Massa y CFK, la idea no es nueva. Este año otorgaron una suma fija en el Congreso y, en el marco del segundo aumento de sueldos, dejaron la chance de incluir una nueva. El otro antecedente es el aumento por decreto en el Gobierno de Néstor Kirchner. En 2004, fue ese presidente quien le dio caracter de remunerativas a subas que también había ordenado Eduardo Duhalde por decreto. En ese entonces, Kirchner le puso un nuevo piso a la negociación salarial.