Desde Roma
Este 28 de octubre se cumplen 100 años de la llamada Marcha sobre Roma, una agresiva manifestación multitudinaria de militantes fascistas, que marcó el destino de Italia determinando que el dictador Benito Mussolini asumiera el gobierno el 31 de octubre. El país era todavía una monarquía gobernada por el rey Víctor Manuel III y un Parlamento, y considerado un “estado liberal”.
El centenario de este hecho se cumple en un contexto muy particular, dado que Italia y varios países de Europa están girando hacia la derecha, cosa que no ocurría hasta hace pocos años. Este fin de semana, en efecto, asumió en Italia el primer gobierno de derecha desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, liderado por Giorgia Meloni de Fratelli d’Italia, que en las elecciones de setiembre logró ser el partido más votado.
Muchos se preguntan por qué está sucediendo esto en Italia y en Europa, y si el país terminará viviendo un nuevo fascismo con todas las consecuencias terribles que tuvo como las leyes raciales contra los judíos, entre otras cosas.
Pierfranco Pagliarulo es presidente de ANPI (Asociación Nacional Partisanos de Italia) desde 2020, una de las más famosas y respetadas organizaciones antifascistas del país, nacida en 1944 en Roma y que originariamente reunía a los miembros de la Resistencia contra el nazifascismo. Gracias a la Resistencia (grupos de civiles que luchaban armados pero también gente que colaboraba silenciosamente) y a los países Aliados, los nazis fueron expulsados del territorio italiano y el fascismo derrocado. No hay que olvidar que Italia fue ocupada por los nazis de 1943 a 1945. Entre ellos estaba el SS Erich Piebke que luego escapó a Argentina y fue procesado en Italia, unos 40 años después, por la Matanza de las Fosas Ardeatinas de Roma. Fue la Resistencia además, la que sentó las bases para la Constitución de la República Italiana todavía vigente.
Pagliarulo fue miembro de distintos partidos de izquierda, entre otros el Olivo y el Partido Democrático. Como miembro del Olivo fue elegido senador en 2011. También ha ejercido la tarea de periodista y dirigido varios periódicos de trabajadores y de partidos, entre ellos “Patria Independiente” del ANPI.
-¿Cuáles fueron las causas y los efectos más importantes de la Marcha sobre Roma?
-La situación de hace 100 años era completamente distinta de la actual. Pero aun así las causas de la victoria del fascismo fueron dos principalmente: la división de las fuerzas democráticas (socialistas, populares, comunistas) y la derrota del estado liberal. No había un estado liberal democrático como lo consideramos hoy. Ni siquiera la Italia de hoy es un estado liberal. Es más bien un estado de democracia social. Entonces, el estado liberal cae y en parte se hace cómplice del fascismo porque no logra gobernar las tensiones sociales que se habían creado después de la Primera Guerra Mundial. ¿Por qué no había una democracia liberal? Porque no existía el sufragio universal, sólo los hombres votaban, las mujeres no, aunque había un régimen parlamentario. Además había un rey, no una república.
- En Italia hay mucha división entre las fuerzas democráticas de centroizquierda. ¿Usted cree que el país corre el riesgo de volver a vivir una situación similar al fascismo con el gobierno de derecha que hay ahora, después de más de 70 años de una Italia antifascista?
-Francamente no creo. Hay otros peligros. Una de las componentes del fascismo histórico ha sido el uso de la violencia como forma legítima de la batalla política mediante los “squadristi” (escuadrones paramilitares) que perseguían o asesinaban a opositores, a minorías que hablaban otro idioma como sucedió en Trieste (norte de Italia), y las leyes raciales. La violencia en política exterior fue el colonialismo y el imperialismo. Y tantas invasiones del fascismo italiano: en Libia, Etiopía, Albania, Grecia, Yugoslavia. El uso de la violencia que se transformó en una característica del fascismo y del nazismo, hoy no existe. El peligro mayor que yo veo en estos partidos posfascistas, que llevan en su ADN elementos de fascismo, es el nacionalismo exasperado. Hay un retorno del nacionalismo: Italia, Hungría, Polonia, con gobiernos de derecha, son algunos ejemplos.
-¿Qué deberían hacer los italianos y los europeos para cambiar esta situación?
-Hoy el antifascismo no puede limitarse al necesario contraste u oposición al fascismo. Para ganar hay que lograr que no existan más las condiciones sociales que determinan el consenso al fascismo. Las condiciones sociales son las grandes crisis. Hoy Italia y toda Europa atraviesa una gran crisis formada por varias crisis: la económico-social (en Italia hay 5,6 millones de personas en situación de pobreza, es decir casi el 10% de los ciudadanos italianos), la provocada por la pandemia que ha golpeado al mundo entero y la crisis de la guerra Rusia-Ucrania que está teniendo consecuencias catastróficas para rusos, ucranianos y europeos principalmente, y ha determinado el aumento de la inflación (casi al 9% en setiembre). Además está la crisis ambiental, el cambio climático que está determinando el deshielo de los glaciares. Las fuerzas democráticas deben intervenir sobre todos estos puntos, hablando con los más desafortunados, con las masas populares, recuperando una relación con los jóvenes, con el mundo del trabajo. Relaciones que en estos últimos años prácticamente se han perdido.
-La derecha no ha afrontado estos temas seriamente. Entonces ¿por qué ha ganado en las últimas elecciones donde hubo el número más bajo de votantes de la historia de la república (64%)?
-Si no hay una respuesta de las fuerzas democráticas a las necesidades de la población, inevitablemente parte del electorado se va del otro lado. Si se piensa en las grandes crisis económicas que ha habido en el mundo, casi siempre se han resuelto hacia la derecha, no hacia la izquierda. Yo no me sorprendo de esto. No hay necesidad de que la derecha haga cosas buenas para obtener consenso. Basta que las fuerzas democráticas hagan cosas equivocadas. No habiendo una respuesta de las fuerzas democráticas, se van hacia el otro lado que ofrece otras soluciones, esperando que suceda algo mejor. Un algo mejor que no existirá porque la posición económica de la derecha es muy similar a las posiciones neoliberales, tal vez con un toque de nacionalismo y de proteccionismo.
-Es posible que los fascistas salgan a la calle el 28 para celebrar, dado el gobierno que tiene ahora Italia. ¿El ANPI tiene en programa alguna manifestación contraria o que ponga en evidencia el rol de la Resistencia en el nacimiento de la República italiana?
-Nosotros hemos organizado un programa de actividades que se harán durante varios días. Pero hemos elegido no hacer nada propio el 28 de octubre, para no darle a esta fecha, que es una fecha de luto en la historia nacional, un valor que no tiene. Lo que me interesa en este momento es que el nuevo gobierno de derecha extrema asuma una posición clara de condena de la Marcha sobre Roma en ocasión del aniversario. Nosotros pedimos a la nueva primera ministra y a las autoridades del Senado y la Cámara, asumir posiciones coherentes con la Constitución. La Constitución nace de la Resistencia. La Resistencia fue el instrumento que permitió derrotar al fascismo. El fascismo se impuso de hecho el 28 de octubre de 1922. Es justo que el gobierno y las instituciones condenen, sin pretextos, el nacimiento del fascismo, es decir la Marcha sobre Roma.