Cerca de la derrota, Eduardo Bolsonaro, diputado e hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro, sugirió este viernes postergar la segunda vuelta de las elecciones generales de este domingo por una supuesta "falta de parcialidad" de la justicia electoral.
Según el diputado por el Partido Liberal, la justicia electoral no fue justa en la distribución de la propaganda electoral en varias regiones del país mas grande de Latinoamérica.
"Hay un candidato perjudicado y otro favorecido, esto está hiriendo a la democracia. Si tiene que ser dado a Bolsonaro todo el tiempo de respuesta al que tendría derecho sería necesario postergar la elección. Si la elección es este domingo, tenemos la seguridad de que Bolsonaro fue perjudicado sin derecho a reparación" dijo el hijo del presidente a medios brasileños. Uno de los referentes de Eduardo Bolsonaro es Steve Bannon, el estratega de la extrema derecha y exasesor presidencial de Donald Trump. El senador bolsonarista por Rio Grande do Sul, Lasier Martins, también pidió postergar las elecciones para supuestamente investigar este caso.
Rechazo de la justicia electoral
El presidente del Supremo Tribunal Federal, Luix Fux, rechazó una denuncia de la campaña de Bolsonaro por supuestamente verse perjudicada por la divulgación de propaganda en radios de la región noreste y acusó al oficialismo de intentar crear tumulto en el proceso electoral con una supuesta auditoria.
El Tribunal Superior Electoral indicó que son los partidos los encargados de fiscalizar la ejecución de la propaganda electoral en las radios locales. Mientras que el ala política del gobierno conocida como Centrao, que le da sustento en el Congreso, no quiso subirse a la teoría de la conspiración de la justicia electoral, según el diario brasilero O Estado de Sao Paulo. Con Centrao se refieren a un conjunto de partidos políticos sin ideologías políticas definidas, pero que se mantienen cerca del Poder Ejecutivo para obtener privilegios.
El presidente Bolsonaro viene acusando a la justicia electoral de parcialidad en su contra desde septiembre de 2021, cuando comenzó a poner en duda la transparencia de las urnas electrónicas. Bolsonaro se encuentra por debajo de las encuestas con un 47 por ciento frente a un 53 de Lula Da Silva, según Datafolha.