Flamengo y Athlético Paranaense protagonizarán este sábado la final de la Copa Libertadores de América, en la que será la tercera edición consecutiva que el torneo se definirá entre dos equipos brasileños. El encuentro decisivo se jugará a partir de las 17 en el estadio Monumental Isidro Romero Carbo de Guayaquil y será arbitrado por el argentino Patricio Loustau.

Una nueva final brasileña, algo que se hizo costumbre en el máximo certamen sudamericano a nivel de clubes, se repite desde 2021 debido al notable poderío económico del futbol de Brasil y la cantidad y calidad de figuras con las que cuentan sus clubes. 




No hay dudas que el opulento Flamengo de Río de Janeiro, campeón de la Libertadores en 1981 (le ganó la final a Cobreloa de Chile) y 2019 (a River), es el favorito para consagrase Rey de América en tierra ecuatoriana. El equipo carioca no es candidato solamente por la notable jerarquía de su plantel sino por la intachable ruta que recorrió para llegar a esta definición, en la que está invicto con un 94% de eficacia, con ocho triunfos consecutivos y un solo cotejo sin ganar, el 2-2 ante Talleres en Córdoba en la fase de grupos.

Flamengo demostró en su campaña un juego abierto y ofensivo, desplegado por jugadores como David Luiz, Filipe Luis, el uruguayo Giorgian de Arrascaeta, Everton Ribeiro, Pedro (el goleador de esta edición con 12 tantos) y Gabriel Barbosa, dando la ventaja de no contar con una de sus grandes figuras Bruno Henrique, lesionado en la rodilla derecha.

Para la final está en duda la presencia de un valor notable como el chileno Arturo Vidal, quien se recupera de una infección en la pierna derecha. El trasandino quiere jugar "si o si" ya que desea concretar el sueño de ser campeón de América con "Fla" aunque la decisión final la tomará el DT Dorival Junior.

Paranense, con el argentino Tomás Cuello (ex Atlético Tucumán) en su plantel, llega sin título en Libertadores ya que fue subcampeón en 2005 cuando cayó ante San Pablo, y tres copas en su palmarés: dos Sudamericanas y una Suruga Bank. Pero el equipo de la ciudad de Curitiba tiene un DT que es experto en ganar la Libertadores, Luiz Felipe Scolari, que fue campeón del certamen con Gremio (1995) y Palmeiras (1999).

Paranaense llegó en silencio, fue segundo en su grupo clasificatorio en donde fue goleado 5 a 0 por Libertad de Paraguay, al que eliminó en octavos de final, dejando luego fuera del certamen a Estudiantes en La Plata, con un gol en el último minuto, y en semifinales a Palmeiras, vigente campeón y para muchos el máximo favorito al título. Tiene como figura a Fernandinho, pilar del Manchester City durante nueve temporada, que es el estratega del equipo.

En total jugó 12 cotejos con seis triunfos, cuatro empates y dos derrotas, con un 61% de efectividad, y su goleador Pablo apenas hizo tres goles. Unna manera mucho menos brillante que la de Flamengo, pero llega a Guayaquil con la mismas ilusiones.