El Presidente Alberto Fernández les pidió al ministro de Economía, Sergio Massa y a la ministra de Trabajo, Raquel "Kelly" Olmos, que trabajen en el análisis de un bono para pagarse a fin de año para los trabajadores del sector privado, aunque no se descarta que sea más amplio dado que el fondo de la cuestión no está definido. Esta iniciativa se da de manera apurada por parte del Ejecutivo, justo cuando sectores más cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner venían planteando en las últimas horas la necesidad de incluir una suma fija en los sueldos de los asalariados en relación de dependencia. Algo que desde el Gobierno Nacional rechazan por diferentes razones técnicas, aunque admiten que es necesaria una compensación por la gravedad del escenario inflacionario.
Según confiaron a Página I12 fuentes de Presidencia, Massa está viendo el bono con la ministra de Trabajo y "aún no está definido el monto ni el universo a cubrir". Algunos que conocen la negociación por dentro hablan de no menos de 20 mil o 30 mil pesos. Pero el detalle es en lo que se trabaja, de hecho, Massa pasó a la tarde por el despacho de Alberto Fernández y mantuvo una charla en la que repasó el acuerdo con el Club de París y también cuestiones relacionadas con el bono.
En declaraciones periodísticas, Olmos explicó que un bono a fin de año es "uno de los instrumentos que tenemos como alternativa" para mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras, y destacó que los gremios que vienen discutiendo paritarias están "logrando un buen nivel de actualización" de sus salarios. "Es algo que está en la mesa de negociación y no veo por qué no, ya es uno de los instrumentos que tenemos como alternativa", respondió. Por otra parte, la ministro deslizó los problemas de una suma fija, como pide el kirchnerismo.
"Suponer que todos pueden responder homogeneamente cuando hay tanta heteroogeneidad...", apuntó Olmos. Esta explicación es una parte de las excusas y refiere a que más allá de que los balances de las empresas están en terreno positivo, no es lo mismo pedirle una suma fija a una pyme que ya pagó con esfuerzos las paritarias que a una empresa grande. Pero hay otras razones que esgrimen desde la Casa Rosada para defender el bono en detrimento de la suma fija.
Los intendentes aseguran que en el caso de exigirse esa suma por decreto, no podrían pagarla si es que apunta a compensar los salarios más bajos. Un número: el 70 por ciento de los salarios menores a 70 mil pesos hoy corresponden a empleados municipales, de allí la queja de los jefes comunales. Pero hay una razón más, que es que la suma fija apunta a subirle el piso al salario formal, y deja afuera al pelotón más golpeado por la inflación, que son los asalariados informales del sector privado.
Otro dato es que la CGT tampoco quiere suma fija porque, como argumentó el 17 de octubre, corre del eje la discusión paritaria como mecanismo para recuperar el poder adquisitivo de los salarios.
La suma fija tiene sus argumentos
Esta salida de la Presidencia a respaldar un bono por única vez ocurre un día después de que el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, expresara que "Sergio está pensando con Cristina una suma fija para que aquellos que perdieron con la inflación puedan recuperar su nivel de consumo".
Sobre ese tema, la ministra Olmos consideró que "en el autoempleo y el sector informal es más difícil llegar (...) se diseñan políticas para poder impulsar ese tránsito entre ese tipo de empleo y un trabajo con derechos que es la aspiración que todos tenemos". Pero es cierto que el planteo del kirchnerismo está pensado en un contexto que excede la recuperación de los ingresos hoy. La suma fija que plantearon CFK y Massa elevaría el piso de los salarios formales, generando una base mucho más favorable para negociar paritarias que tensionen menos los precios. Un ejemplo, se pensaba en una suma de 30 mil pesos que permitiría discutir una paritaria porcentual más atenuada contra la inflación del año próximo. Con un posterior acuerdo político con los formadores de precios para que no se vaya a las góndolas esa suma. El plan suma fija era una idea menos abarcativa pero más ambiciosa desde lo político a mediano plazo.
Para Massa y CFK, la idea no es nueva. Este año otorgaron una suma fija en el Congreso y en el marco del segundo aumento de sueldos, dejaron la chance de incluir una nueva. El otro antecedente es el aumento por decreto en el Gobierno de Néstor Kirchner.