El juez de Metán, Ramon Haddad, absolvió por el beneficio de la duda a un progenitor acusado por violencia sexual contra su hijo de 2 años. La madre del pequeño solicitó a la defensora de violencia familiar y de género Mónica Dahud y al fiscal Gonzalo Gómez Amado, que apelen el veredicto ante la desprotección en la que considera quedó el niño.

La acusación formal de la Fiscalía fue por abuso sexual simple agravado por el vínculo. La madre del niño, denunciante en la causa, estuvo representada en la querella por la defensora de violencia familiar y de género, Dahud, quien había solicitado 10 años de prisión para el acusado. También el fiscal Gonzalo Gomez Amado pidió la misma pena de prision efectiva. 

El proceso contra el acusado se realizó con varias irregularidades, según señaló la madre del niño. De hecho, el juez Haddad, se negó a facilitar los fundamentos de su sentencia el jueves ante la solicitud de este diario. 

La denunciante tuvo que esperar cinco años para llegar al juicio. El juez le negó la posibilidad de estar acompañada por sus familiares y allegados durante las audiencias. También impidió el ingreso de periodistas a las audiencias de debate y la cobertura de prensa. 

La madre del niño se encuentra en tratamiento por un cáncer de útero diagnosticado este año, en tanto que por el tratamiento de su enfermedad, debe viajar a la ciudad de Salta y no pudo estar presente en varias audiencias, como en la de alegatos y sentencia. La secretaria de la defensora de género le informó que la asesora de menores e incapaces, Karina Sing, solicitó la absolución del acusado. 

Salta/12 solicitó precisiones a la Asesoría General de Incapaces, respecto a este pedido de la asesora, pero el organismo comunicó que la funcionaria no daría declaraciones. Según lo señalado por la madre, hubo dos psicólogas, una profesional del Poder Judicial y otra del Ministerio Público Fiscal, que realizaron las pericias al acusado y declararon en el juicio. 

"La asesora pidió la absolución, porque en el informe de la psicóloga del Ministerio Público Fiscal no quedó escrito lo que ella dijo en el juicio, que era un pedófilo, una persona psicópata. Ella dijo que no lo puso porque trabajó con preguntas de la Fiscalía, pero sino habría puesto que él tiene un perfil pedófilo”, contó la denunciante. 

Además la mujer relató que el abogado del acusado, Nicolás Ruiz, le gritó y cuestionó a la psicóloga cuando refirió aquel perfil sin que el juez le llamara la atención. 

La profesional del Ministerio Público Fiscal indicó que el acusado, presenta personalidad inmadura, impulsividad y exansividad, y también narcisista, refirió rasgos psicopáticos que infieren dificultades en la construcción de su identidad psicosexual, la que resulta inmadura, inadecuada e indiferenciada. Señaló que en la sexualidad evidencia dificultad en el control impulsos. También detalló tenía su capacidad empática disminuída, y que tiende a la satisfacción de sus propias necesidades. Encontró que presenta mecanismos de manipulación. 

La denuncia fue realizada por la madre del niño víctima, cuando él tenía dos años. La mujer relató que tuvo una relación de pareja con el acusado por 6 meses, luego se separaron porque descubrió una infidelidad. Ella quedó embarazada. Dijo que cuando nació el bebé, era "una lucha la cuota alimentaria, él enviaba un tapercito, por ejemplo con un poquito de polenta con salsa que era lo que comía el niño nomás". "Pasaba situaciones tremendas como darle mate en la mamadera", relató.

"La madre de él me hizo llamar, porque se enteró" que tenía un nieto. "Él exige llevarse al bebé. Se lo llevaba con su mamá. Media hora o una hora y lo traía, o lo visitaba", indicó. "No vivimos nunca juntos", aclaró la mujer y dijo que el abogado defensor y funcionarixs del Poder Judicial la trataban como si hubiera denunciado al progenitor del niño por "despecho". 

La denunciante contó que cuando murió su madre, se fue a vivir a un asentamiento "en las peores condiciones". El progenitor del niño empezó a violentarla, "te doy mercadería a cambio de sexo. Un día dije basta", indicó. Realizó la denuncia por la mantención porque un abogado y actual funcionario le dice "existe cuota alimentaria, no tenés que estar esperado que te tire una cajade leche".

"Él entraba a mi pieza, me empujaba y se llevaba al bebé. No me pedía permiso. Se lo llevó una vez a las 3 de la madrugada. Fui a denunciar, en la comisaria no me querían tomar la denuncia. Después me tomaron (otras) denuncias pero no llegaban al poder judicial porque el cuñado es policía", señaló, explicando que las actuaciones se retenían en la dependencia policial.

La mujer dijo que ante el conflicto con el progenitor, pusieron como mediadora a la hermana de él, una maestra jardinera, para que se llevara al niño con su familia paterna y se lo devolviera. "No soy una mamá que quiso obstruir el vínculo nunca", aseguró. Incluso manifestó que ella quería que la familia paterna le colaborara con los cuidados del bebé mientras trabajaba.

"En esas idas y venidas. (El bebé) nunca lo siguió (al progenitor). Siempre se fue llorando. A veces iba media cuadra, y él me lo devolvía, diciendo 'pende... c.... no me sigue'. La hermana se lo llevó varias veces dormido porque no quería ir", recordó.

La madre dijo que cuando le entregaban al bebé después de las visitas al padre, empezó a tener problemas con el control de esfínteres "se hacía pis o caca". Esto a ella le llamó la atención porque su hijo había dejado el pañal cuando cumplió un año y notaba después un retroceso.

"Una vez la hermana, le cambió el boxer, le compró uno y me llevó el otro en una bolsita, mojado. (...) (La despidió cuando le entregó al niño) Cuando entré el bebé ya se había hecho la caca", relató. Dijo que empezó a hacerle preguntas al nene, que ya hablaba.

"A la noche me dice que tenía un secreto por contarme. 'Mi papá me toca (y le refirió los genitales). Es un secreto horrible'", aseguró que escuchó de su hijo. También la madre afirmó que cuando le preguntó si le había contado a su tía, el niño le respondió que sí pero "le dijo cállate cochino, de eso no se habla".

La mujer grabó al niño cuando siguió contándole esa situación, y le hizo escuchar a su vecina quien le señaló "A tu nene lo están preparando para violarlo o lo están manoseando". Dijo que le mandó esa grabación a un abogado, actual alto funcionario de Metán, quien le indicó que haga la denuncia o él la denunciaría a ella por lo que pudiera pasarle al bebé.

Entonces, la mujer contó que fue acompañada por su vecina a hacer la denuncia. También refirió que grabó otro video en que el que el bebé "hacía movimientos" sexualizados, como jugando, entre otros comportamientos indicadores de abuso sexual. Cuando tocaban la puerta, él se asustaba porque pensaba que lo iban a llevar con su papá", recordó.

La mujer aseguró que la asesora de incapaces, cuando fue a verla por la causa,  "me mandó a decir con un secretario que él (el progenitor) ya quedaba absuelto, que dejara de presentar cosas".

"La cámara Gesell se hizo en Metán. Según ellos no arrojó nada. El evadió las preguntas referidas al padre, eso puso en el informe la psicóloga. Pero al salir (la profesional) me agarró de la mano y me dijo no lo dejes con su papá", recordó. También añadió que el niño había desnudado un muñeco, y que cuando la profesional le preguntó donde había pasado lo que le contó a su mamá que le hacía el padre, dijo "en la cama". La denunciante contó que en otra oportunidad, llevó al niño a una entrevista psicológica donde debía hacer dibujos, cree que era también en cámara Gesell pero no está segura.

"Mi cabeza estaba aturdida, nunca me percaté de grabar. en el Poder Judicial me decían 'señora usted tiene que tener pruebas contundentes'. 'Sos una mujer despechada' para ellos, no puede haber un abusador dentro de la familia”, manifestó. 

El acusado fue imputado, después de que le hicieron las pericias psicológicas. La mujer señaló que hubo muchos artilugios mediante los cuales se suspendió varias veces el juicio, recordó que el acusado presentó incluso un certificado de salud por enfermedad, mencionó "resfrío".

La madre tuvo como querellante a la defensora de violencia familiar y de género, sin embargo no se sintió bien representada en cuanto a sus intereses y los de su hijo. "No sentí que hiciera preguntas contundentes", señaló. 

"El juez se dormía en partes del juicio. A mí me hacían que apague el teléfono. A él (el acusado) no le hicieron eso. Fui sola, nunca me dejaron entrar con compañía. Fui con mi hermana, no me dejaron entrar con ella. Todo el tiempo el abogado de él decía 'anoten, que tiene cáncer'”, manifestó.

La mujer mencionó que a ella le hicieron también una pericia psicológica, y que la psicóloga refirió que no presenta mendacidad ni fabulación, y que pudo salir de la situación en la que estaba por su grado de inteligencia. Contó que ella implementó un ropero solidario y un horno solidario, con sus vecinas, "buscando sobrevivir".

"Me parece que ha sido muy largo todo, y muy raro", expresó la denunciante en referencia al proceso judicial.

Respecto al hijo contó que "está bien", ahora tiene 7 años. "Lo pude sacar adelante, con las actividades solidarias. Lo llevé a terapia en un CIC. Luego dejó de ir cuando entró a la salita de tres años", relató. Con los años, "empezó a ser un niño más libre. Es un excelente alumno", destacó. 

La mujer indicó que la psicóloga que trató al niño en el Centro Integrador Comunitario no fue llamada a declarar, también mencionó que supuestamente, los papeles que había en la institución se quemaron ante el cambio de gestión municipal. Recordó que la profesional le decía que el hijo no se dejaba alzar ni tocar y en ese tiempo no se integraba con otrxs niñxs.