Dos encuestas coincidieron este sábado en que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva venció al mandatario Jair Bolsonaro en el debate televisivo del viernes, de cara al ballotage del sábado.
El sondeo del instituto Atlas Intel entre personas que no votaron ni a Lula ni a Bolsonaro en la primera vuelta del 2 de octubre arrojó que 51,5 por ciento consideró que el expresidente se impuso en el debate, contra el 33,7 por ciento del actual mandatario. Un 14,9 dijo que no sabía qué responder.
Según Atlas Intel, entre los que votaron a quien salió tercera en la primera vuelta, Simone Tebet, un 61 por ciento indicó que Lula fue el vencedor del debate. Y entre los que en esa primera ronda eligieron a Ciro Gomes, que quedó cuarto, el 51 por ciento otorgó su preferencia al líder del PT, contra el 26 por ciento de Bolsonaro. En ese segmento, hubo un 23 por ciento de indecisos.
Por su parte, la encuestadora Quaest informó que hizo un seguimiento digital en tiempo real en las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram e indicó que Lula tuvo un 51 por ciento de menciones positivas contra el 49; mientras que Bolsonaro obtuvo, según informó Felipe Nunes, Ceo de Quaest, 36 por ciento de menciones positivas y 64 por ciento de negativas.
"El que obtenga más votos gana"
Mientras, Bolsonaro dio indicios en las últimas horas de que respetará el resultado de la segunda vuelta de mañana, independientemente de cuál sea el resultado, al afirmar que "el que obtenga más votos gana", en un aparente cambio de la narrativa mantenida durante el proceso electoral.
"No existe la más mínima duda. El que obtenga más votos gana. De eso se trata la democracia", dijo el postulante de ultraderecha a la presentadora Renata Lo Prete, en el programa televisivo Jornal da Globo, tras el último debate con Lula.
El miércoles, al comentar la decisión del presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, de negar una investigación sobre supuestos problemas en la distribución y emisión de la pauta electoral en estaciones de radio, Bolsonaro ya había hecho una declaración similar.
"Esperamos que las autoridades de Brasilia den muestras de serenidad. Porque las elecciones se deciden votando, y quien tenga más votos en la urna debe asumir el cargo en la fecha que corresponda", dijo en esa ocasión.
Estas declaraciones parecen ser un cambio en el discurso del mandatario, que en reiteradas ocasiones durante los últimos años manifestó su desconfianza sobre el proceso electoral, incluso apelando a información falsa o parcial.
En ese sentido, luego de emitir su voto en la primera vuelta del 2 de octubre, no respondió al ser consultado si aceptaría el resultado y se limitó a asegurar que "unas elecciones limpias deben ser respetadas", en una insinuación que solo reconocería los comicios si el proceso, que es supervisado por observadores internacionales, fuera transparente. Contra todo pronóstico también había afirmado que la elección se definiría "en primer vuelta".
Sospechas infundadas
Además, las declaraciones del mandatario se producen en la misma semana en que su hijo y diputado, Eduardo Bolsonaro, sugirió postergar los comicios al denunciar falta de imparcialidad por parte de la justicia electoral para la campaña de su padre en la distribución de propaganda electoral.
"Hay un candidato perjudicado y otro favorecido, esto está hiriendo a la democracia. De otorgarle a Bolsonaro todo el tiempo de respuesta al que tiene derecho sería necesario postergar la elección", había afirmado a medios brasileños, en referencia a esa denuncia de irregularidades en la distribución de spots que ordena la Justicia electoral.
En julio, el candidato a la reelección también reunió a embajadores extranjeros en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia, para manifestar sus sospechas, sin presentar pruebas, sobre las urnas de votación electrónicas, mismo sistema por el cual él fue electo cuatro años atrás.
Brasil no tuvo hasta el momento ningún registro de fraude en las máquinas de votación electrónica, las cuales son utilizadas desde 1996.