Hay tanto que de adolescentes sueñan con el escenario y tantos para los que queda en sueño. Excepto por el azar, o las batallas de bandas, o alguna otra escalera a escena que haga realidad justo este sueño, que es de los difíciles. Maravillosa Música es una suerte de pescador de talentos para los que tengan entre 13 y 25, anden en banda o en acto propio y se animen a mostrar lo que tienen. Esta sábado, en Mar del Plata, y con mucha gente, varios de esos que se animaron están compitiendo en la semifinal sur de ese programa bonaerense tan original.
El viernes de la semana pasada hubo una juntada de bandas en un hotel de La Plata, chicos de toda la región que salieron bien temprano el sábado para la semifinal norte, en el parque Caaguazú de Lomas de Zamora. Eran 35, todos jovencísimos, todos cantando y alentando, todos nerviosos de subir al escenario en un show que completaban Los Brujos y Amor Elefante, entre otros conocidos, establecidos.
El Instituto de Cultura de la provincia anda pescando estos talentos, dándoles herramientas para subirse al escenario, la chance y la juntada para que se den cuenta que tienen una identidad común aunque hagan cosas diferentes. Las bandas y los artistas terminan amigos y hace eso que llaman networking, arreglando actuaciones, ensayos y hasta festivales por afuera del ciclo Maravillosa Música, que para esto está.
Lo de cazar talentos no es metáfora, porque en seis meses de este año hubo 16 recitales con 160 bandas y solistas, y vaya a saber cuántos miles en el público. Los estilos cubrieron el abanico del rock, el pop, el indie, el hip hop, el r&b, la balada urbana. A esta semifinal sur llegaron Brimstone (Olavarría), Frenesí (Comodoro Rivadavia), La Banda de la Casita (La Plata), Pebete Sonder (Bahía Blanca), Seres Sin Tiempo (Olavarría), Sin Nombre (Benito Juárez), Serenata di Morte (La Plata) y Vanir (Mar del Plata).
Y la movida termina con las bandas "establecidas", Mi Amigo Invencible, Buenos Vampiros, Nos Miran Raro, Franivv y DJ Totaim.
Maravillosa Música fue un concurso de bandas a nivel federal que arrancó en el segundo mandato Cristina Fernández de Kirchner y que fue, como tantas cosas buenas, cerrado por el macrismo. El Instituo Cultural que preside Florencia Saintout lo retomó "como un canal de expresión para los jóvenes que hacen música y un acceso democrático a la producción y difusión de bienes culturales". Saintout subraya que el ciclo es "para muchos y muchas, la primera vez que reciben este acompañamiento y tiene la posibilidad de presentarse en un escenario, con público, en un municipio distinto”.
El formato de concurso o de campeonato no es meramente competitivo sino un incentivo para que los participantes se pongan las pilas. Como explica Juan Manuel Di Socio, coordinador del programa, los premios son únicamente hacer lo suyo: "Está bueno que tengan el incentivo de poder grabar y registrar algunos temas, tocar en conciertos importantes que programamos desde el Instituto cultural, estos son los premios que pueden ganar".
Y otra cosa que también es una primera vez para tantos de los participantes, es que actúan con equipos de sonido y luz profesionales, como las grandes bandas.