El consumo de carne vacuna por habitante registró en el primer semestre del año un aumento del 2 por ciento frente a los registros de 2016, cuando había descendido al menor nivel en un lustro. La ingesta estimada de 57,5 kg/año que informó ayer la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra) todavía se encuentra 4,6 por ciento por debajo de los registros marcados hace dos años. El nivel más bajo de consumo de carne se observó en 2011, con unos 55,2 kilogramos por habitante por año. Los aumentos de precios en el sector y la fuerte caída en el poder adquisitivo experimentada desde comienzos del año pasado todavía resienten la demanda interna de productos cárnicos. La faena, informó Ciccra, mostró una mejora interanual del 1,9 por ciento en junio, aunque según advirtió la cámara el dato continúa entre los más bajos “de los últimos 38 años”.