Desde Londres

La épica fue insuficiente para que Rafael Nadal se mantuviera vivo en Wimbledon: el español se despidió del tercer Grand Slam de la temporada tras una batalla de casi cinco horas ante Gilles Müller que se decidió por un 15-13 en el quinto set.

Si el Manic Monday (el lunes loco) prometía grandes emociones con todos los octavos de final masculinos y femeninos, Nadal y Müller se tomaron muy en serio esa invitación al espectáculo. Correspondieron los hinchas de la pista 1 tras el 6-3, 6-4, 3-6, 4-6 y 15-13 con una atronadora ovación que se sintió en cada rincón del All England Club, donde temblaron hasta las flores. No era para menos. Nadal se levantó tras perder los dos primeros sets y después salvó cuatro pelotas de partido. Parecía indestructible el campeón de quince Grand Slam, pero acabó hincando la rodilla en la hierba después de cuatro horas y 48 minutos. “Estoy cansado”, fue lo primero que dijo Müller, vigésimo sexto del ranking.

El luxemburgués se medirá con el croata Marin Cilic en cuartos, ronda a la que también accedieron ayer Roger Federer, Andy Murray, Milos Raonic, Tomas Berdych y Sam Querrey. Novak Djokovic, mientras tanto, disputará hoy su duelo de octavos ante el francés Adrian Mannarino porque estaba programado en el último turno de la pista 1. Y ahí se jugó ayer un partido que parecía interminable.

“Tuve varios match point y no los hice y fue duro porque sabía, mirando al cielo, que se podía acabar”, explicó Müller, verdugo de Nadal también en Wimbledon en 2005, tras alzar los brazos a las 20:33 de la tarde, una hora y 32 minutos después de desperdiciar su primer match point. 

El luxemburgués, que lleva once victorias y una única derrota en hierba este año, fue frío como el hielo en el trepidante set final que duró 28 juegos, 135 minutos. Duró hasta que una pelota de Nadal se fue larga. En ese punto se acabó el sueño de Nadal de alzar su tercer título de Wimbledon y su Grand Slam número dieciséis, una corona que le habría devuelto a lo más alto del ranking mundial. No obstante, la posibilidad de regresar a la cima de la ATP seguirá muy viva en los próximos torneos.

“Estaba listo para grandes cosas, así que perdí una oportunidad”, lamentó Nadal, que tuvo cinco pelotas de quiebre en los juegos decisivos. “He dado lo que he tenido, con intensidad, pasión y una actitud muy buena. He vuelto después de una situación en la que he estado al límite. Otras veces han caído de mi lado, pero he competido bien. Lo dejé todo en la pista”.

Llegaba lanzado Nadal a la hierba de Londres tras cuatro títulos en arcilla –entre ellos su décimo Roland Garros– y otras tres finales en cancha dura en lo que va de curso, pero Wimbledon actuó de nuevo como freno para el español, que no supera los octavos del torneo desde 2011.

No había empezado bien la tarde para el campeón de 15 Grand Slam, que se dio un golpe en la cabeza con el marco de una puerta mientras daba saltos para ultimar el calentamiento. Y después le costó sudores encontrar la vuelta al partido, extraño como pocos en lo que a estadísticas se refiere. Los números al final del partido hablaban de un Nadal entonadísimo con la raqueta: 77 winners por 17 errores no forzados; 198 puntos ganados por los 191 de su rival; 33 puntos en sus 46 subidas a la red; 23 saques directos; o un 80 por ciento de puntos con primer servicio. “No se trata de ganar más puntos, se trata de ganar los puntos que cuentan”, resumió Nadal.

En el resto de los partidos no hubo sorpresas. Federer derrotó con contundencia 6-4, 6-2 y 6-4 al búlgaro Grigor Dimitrov y dio un nuevo paso hacia su octavo título en Wimbledon, algo inédito en el tenis masculino. También es record su cifra de quince cuartos de final en Wimbledon. Ahí se enfrentará con Raonic, que venció 4-6, 7-5, 4-6, 7-5 y 6-1 al alemán Alexander Zverev.

Muchos motivos para celebrar tiene el tenis británico, por primera vez desde 1973 con representantes en los cuartos masculino y femenino en Wimbledon. Murray, defensor del título, derrotó por 7-6 (7-1), 6-4 y 6-4 al francés Benoit Paire, mientras que Johanna Konta batió 7-6 (7-3), 4-6 y 6-4 a la francesa Caroline Garcia. La rival de Konta será la rumana Simona Halep, que si gana hoy se convertirá en la nueva número uno del tenis femenino después de que la alemana Angelique Kerber, líder del ranking, perdiera ayer ante la española Garbiñe Muguruza 4-6, 6-4 y 6-4. Si Halep cae hoy, la cima de la WTA irá a las manos de la checa Karolina Pliskova, que perdió en la segunda ronda de Wimbledon.

Además del Halep-Konta, los otros cuartos femeninos serán Venus Williams-Jelena Ostapenko, Muguruza-Svetlana Kuznetsova y Coco Vandeweghe-Magdalena Rybarikova.