Las inversiones previstas por las petroleras para este año son un 3 por ciento mayores que en 2016, pero se ubican un 36 por ciento por debajo del monto desembolsado en 2015. La información surge de las declaraciones juradas presentadas por las firmas ante el Ministerio de Energía y difundidas por el Centro de Estudios de Servicios Públicos y Privados (Cespup). Por su parte, en los primeros cinco meses la producción interanual cayó 8,1 por ciento en crudo y 0,6 por ciento en gas. Si no se modifica la tendencia, este año será peor que 2016, el peor desde 1998, y quedará cerca de la producción de 1981, la más baja de los últimos 36 años. 

Si las petroleras cumplen, este año desembolsarán 6869,8 millones de dólares, 3 por ciento por encima de 2016. La inversión es tanto en perforación de pozos, como en todas aquellas instalaciones necesarias para la exploración y explotación (sísmica, gasoductos, oleoductos, plantas de tratamiento, etc.). La suba se apalanca en el crecimiento de 11 por ciento de la inversión en Chubut (970,2 a 1079,3 millones de dólares) y de 12 por ciento en Neuquén (3271,5 a 3679,7 millones), provincias que acaparan dos tercios de la inversión petrolera del país. Sin embargo, cuando se compara con 2015, la inversión en Chubut cae un 40 por ciento (1809,2 a 1079,3 millones) y en Neuquén un 28 por ciento (5109,5 a 3679,7 millones). A su vez, respecto de 2015 la caída se generaliza a todas las provincias, salvo La Pampa que sube un 29 por ciento con respecto a ese año y un 86 por ciento con relación al año pasado. 

Al desagregar las inversiones en Exploración y Explotación se observa que el rubro Exploración caerá un 36 por ciento desde 546,9 a 352,5 millones de dólares anuales. Este monto sólo alcanza a cerca de un tercio de lo invertido en el 2015 en Exploración. “Esto puede significar un riesgo a largo plazo, ya que un país que no amplía sus reservas hidrocarburíferas compromete su producción futura”, remarca el informe de Cespup. La reducción de las inversiones en perforación se refleja en una caída de 41,8 por ciento en la cantidad de equipos de perforación activos en el país (53 versus 91), comparando mayo de este año con diciembre 2015, según los últimos datos publicados por Baker Hughes, empresa que realiza dicho relevamiento a nivel mundial.

En cuanto a las inversiones declaradas específicamente para la perforación de pozos, se prevé un desembolso de 3871,2 millones de dólares, un 5,5 por ciento menos que en el mismo período de 2016. Entre los productores de petróleo, en el golfo de San Jorge la caída es del 31 por ciento (711,6 a 490,6 millones de dólares), mientras que en Neuquén subirá un 3 por ciento (1114,3 a 1150,6 millones) y en la región Cuyana un 30 por ciento (58,5 a 76,1 millones). En gas, la cuenca austral prevé una caída en la inversión de 59 por ciento (190,7 a 77,6 millones), pero en el golfo de San Jorge subirá un 114 por ciento (68,6 a 147 millones) y en Neuquén, la más significativa en términos de producción, un 1 por ciento (1372,8 a 1382,6 millones.  Comparando con las inversiones del 2015, el monto de 2017 representa casi la mitad de lo invertido en perforación en el 2015 (3871,2 millones versus 6934,6 millones de dólares) 

Cabe destacar que la producción sigue una tendencia a la baja, comparando los primeros cinco meses de 2017 con el mismo período 2016. Las cifras oficiales revelan que en mayo se produjeron 2.311.736 metros cúbicos (m3) de petróleo y 3784,9 millones de m3 de gas, con caídas interanuales de 6 y 1,8 por ciento, respectivamente. En lo que va de 2017, las cifras son de 11.478.057 m3 de petróleo y 18.361,7 millones de m3 de gas, con bajas de 8,1 y 0,8 por ciento en relación al acumulado de 2016. Los especialistas afirman que la caída en la producción de petróleo se explica por la baja de los precios, pero en el caso del gas el Estado viene otorgando millones de dólares para promover su desarrollo y la producción igual cae.