Con una increíble carambola, con mucho temple para aguantar las embestidas rivales, con un arquero que lo hizo todo bien, y con bastante suerte, Patronato se consagró campeón de la Copa Argentina.
Le había ganado a River y a Boca por penales, iba de punto contra Talleres que tiene más juego y lo demostró en el primer tiempo, pero terminó bancando la parada, El equipo de Facundo Sava jugará el año próximo la Copa Libertadores de América, y simultáneamente la Primera Nacional porque el promedio lo condenó al descenso. Cosas del bendito fútbol argentino.
Fue muy loco el gol que le valió el título. Tiago Banega, que había entrado por el lesionado Leys y que nunca había hecho un gol en Patronato, fue el muchachito de la película.
A los 32 minutos del segundo tiempo enganchó una pelota por el medio y recorrió unos cuantos metros con la mira puesta en el arco; el balón se le fue largo, Benavídez rechazó con fuerza y Banega en su intento de tapar el pelotazo, se arrojó al piso, la pelota le dio en la pierna y se elevó unos cuantos metros hasta caer dentro del arco a las espaldas de Aguerre que voló espectacularmente, pero no pudo evitar el inaudito gol.
Patronato había sido superado ampliamente en el juego en el primer tiempo. El equipo cordobés, cuyos hinchas coparon Mendoza, salía prolijo del fondo, se asociaba criteriosamente en el medio e inquietaba al fondo rival con las corridas del colombiano Valoyes y el uruguayo Santos.
Medio equipo entrerriano fue amonestado en la etapa inicial y el comienzo de la segunda, por las faltas que pretendían interrumpir el circuito de juego de Talleres.
Hubo en esos 45 iniciales varias aproximaciones, algunas de las cuales fueron resueltas por el arquero. Facundo Altamriano, que había sido el gran héroe en la semifinal con los penales del paraguayo Oscar Romero, a Varela y a Silva, sacó una dificilísima de Alvez y ganó todo de arriba para darle seguridad a sus compañeros. El arquero cuyo pase es de Banfield y es pretendido por San Lorenzo fue figura en la Copa Argentina.
En la segunda parte Talleres se fue desinflando, ya no tenía tanta facilidad para generar juego por los costados, y como contrapartida empezó a mostrar algunas inseguridades en el fondo, especialmente cuando entraba en acción Estigarribia. El partido era parejo pero igualmente parecía encaminado hacia los penales.
Pero pasó lo del gol insólito. “El gol es un reflejo de lo que fuimos nosotros en todo el campeonato, peleamos cada pelota y jugamos a lo que salga”, dijo Banega. Tenía razón. Injustamente Patronato se fue a la B; en el balance del partido final tampoco fue muy justo que ganara, pero ¿quién les explica eso a sus hinchas que fueron testigos del mayor logro de la historia?