Altas columnas de humo dieron el alerta a los ciudadanos de la capital de Salta durante la siesta de ayer. Algunas laderas de los cerros 20 de Febrero y San Bernardo comenzaron a arder, más precisamente entre las 14 y 15 horas.

Del incendio se enteró toda la capital salteña, porque se produjo sobre las laderas que no miran al centro histórico de la ciudad. Uno conocido por el sobrenombre de “cerro de las antenas” (de radio y televisión). Otro, el San Bernardo, un sitio turístico, también un espacio de recreación y esparcimiento de salteñes en general. De hecho los posteos con las columnas de humo gris y las llamas se viralizaron por las redes sociales. Pero quienes no salieron de sus casas y mantuvieron las persianas bajas debido al calor extremo que se vivía en ese momento (entre 36 y 38 grados), se enteraron que algo ocurría en la ciudad por la cantidad de sirenas que comenzaron a sonar. El San Bernardo es reserva municipal. El 20 de Febrero tiene tres propietarios registrales, uno de ellos la provincia de Salta.

“El fuego se originó debido a las fuertes ráfagas de viento, entre 60 y 70 kilómetros por hora, que corrieron a principios de la tarde (de ayer)”, dijo a Salta/12 Jorge Altamirano, secretario de Protección Ciudadana de Municipalidad de Salta. “No fue publicado en los medios -aclaró inmediatamente- pero hace por lo menos tres días sofocamos algunos focos en la ladera este del cerro 20 de Febrero”. Efectivamente, vecinos que habitan en el barrio próximo a esa ladera (Tres Cerritos), alertaron al sistema de emergencia 911 durante la semana pasada por un incendio próximo a la casona amarilla (Casa Ragone) que se visualiza a simple vista desde la Avenida del Bicentenario en un sector de esa ladera del cerro 20.

Esos primeros microincendios de la semana pasada despertaron algunas alarmas en la comuna. Primero por las altas temperaturas que se experimentan hace días en la capital de Salta. Segundo, porque las serranías donde se encuentran los dos picos dentro del éjido urbano, poseen una vegetación típica del bosque de transición y Chaco serrano, y permanece extremadamente seca hace meses. Si el clima salteño es definido en los libros como “subtropical con una estación seca”, se debe a que ese período de sequedad puede comprender desde finales de junio hasta diciembre inclusive. Su extensión depende de la combinación de variables al azar y la intensidad de las precipitaciones.

Según el pronóstico, en la tarde de ayer y desde el sureste, se aproximaba una tormenta a la ciudad de Salta. Rosario de Lerma y Campo Quijano reportaron vientos fuertes pasado el mediodía. Mientras las columnas de humo crecían en altura alrededor de las 3 de la tarde, ya granizaba en Metán y Anta, dos departamentos ubicados al este de la capital provinciana. Esa tormenta anunciada para las 16 horas, pareció precipitar sobre la ciudad en el momento pico de tensión. Ocurrió alrededor de las 15.30 cuando varios focos activos sobre la ladera este del cerro 20 de Febrero cruzaron a la ladera oeste y comenzaron a descender agrupados rumbo a las casas ubicadas sobre la calle Ricardo Solá.

Mientras los vecinos que bordean la ladera del cerro de las antenas observaban sobre la calle Toribio Tedín como precipitaba "nieve negra" producto del fuego que se aproximaba a sus casas, cayeron unas pocas gotas de lluvia. Algunos vecinos con viviendas sobre esa ladera, ayudaron a los bomberos de la provincia y a los efectivos policiales a encontrar el mejor camino para llegar a pie a los focos activos que se aproximaban a sus propiedades sobre la Avenida Uruguay.

Otras escenas de tensión ocurrieron en ese momento crítico muy cerca del Museo de Antropología de Salta. Más precisamente, en la zona de acceso a la cima del cerro San Bernardo por las escalinatas. Mientras algunas lenguetas de fuego asomaban por un filo de la ladera del 20 de Febrero, la policía de Salta impidió continuar su ascenso a los caminantes que terminaban de trepar desde la base del Monumento a Güemes hasta la intersección de Ejército del Norte con la Avenida Polo Sur. 

Tampoco permitieron a los los conductores continuar circulando por la Avenida Polo Sur hacia la calle Ricardo Solá. Llegaron dos dotaciones de bomberos (de Campo Castañares y Albarracín) y los últimos brigadistas convocados velozmente acomodaban sus automóviles en el estacionamiento del Museo para unirse así a las dotaciones asignadas a ese lugar. Otros bomberos voluntarios llegaron caminando por la Avenida Uruguay a la única zona crítica que corrió peligro por la proximidad de población civil con los focos activos del incendio.

“Fue un susto”, dijo Altamirano. “No hubo evacuaciones. Asignamos una dotación próxima al área donde se originó el incendio (cerca de las antenas) e instalamos una ambulancia en la calle Ricardo Solá por si los vecinos precisan asistencia por el humo”. En la tarde de ayer algunos brigadistas de la Municipalidad de Salta recorrieron calles aledañas e informaron a los vecinos con viviendas sobre la ladera del cerro San Bernardo sobre la asistencia disponible. Recomendaron también ventilar las casas.

La tormenta no llegó a la capital salteña y el viento se llevó las nubes a otro lugar. Sin embargo, las ráfagas dispersaron las particular de ceniza sobre la ciudad. Incluso más allá, a municipios vecinos como Vaqueros, al norte, o Cerrillos, al sur. Cuando el sol se posicionó cercano a la cordillera oriental al caer la tarde, iluminó las partículas del incendio que el último domingo de octubre pareció apoderarse del cerro 20 de Febrero y el San Bernardo. “Las antenas de radio y televisión no sufrieron daño. Algunos focos llegaron cerca, 70 o 50 metros, pero fue todo”, sostuvo Altamirano desde el organismo de Protección Ciudadana de la comuna capitalina. Sin embargo, responsables de radios y canales que tienen sus antenas en ese lugar afirmaron que si hubo afectacion a sus equipos. 

Del barrio Autódromo, situado al Este de la ciudad, tampoco sufrió complicaciones porque los focos jamás se acercaron a esa zona de la ciudad.