Un total de 157 defensores de derechos humanos fueron asesinados entre enero y septiembre de este año en Colombia, una cifra mayor a la registrada en el mismo periodo del 2021, según el último informe de la Defensoría del Pueblo colombiana.
Entre los muertos hay 32 indígenas, en un país en el que el 4,4% de los 50 millones de habitantes pertenece a un pueblo originario.
La Defensoría dio a conocer los resultados del tercer trimestre 2022 del Observatorio de Derechos Humanos, que detalla que el resto de las víctimas son líderes y lideresas comunales, en 51 casos; comunitarios, en 26; y campesinos, en 14, entre otros.
En idéntico periodo del año pasado los asesinados fueron 109.
Desde la firma de la paz con las FARC, ahora convertidas en partido político legal, en 2016, los homicidios contra los líderes comunitarios son recurrentes. Las organizaciones sociales suelen culpar de esas muertes a guerrilleros que siguen en armas, a grupos narcotraficantes y a agentes estatales.
"Hago un nuevo llamado a los grupos armados ilegales para que respeten la vida e integridad de los líderes y lideresas y personas defensoras de los derechos humanos; ellos cumplen un papel fundamental para garantizar los derechos de las comunidades y fortalecer la democracia en las regiones", pidió el defensor del pueblo, Carlos Camargo.
Los departamentos con mayor número de casos fueron Nariño (23 casos), Cauca (19) y Putumayo (16), regiones en las que los grupos armados se disputan el control de los narcocultivos, en un país que sigue siendo el mayor productor de cocaína del mundo.
Colombia es uno de los países más peligrosos para los activistas, según algunas ONG internacionales, como la Global Witness, que en su informe de 2021 lo señaló como el segundo más letal para los ambientalistas (33 muertos).
Camargo destacó el trabajo del Observatorio de Derechos Humanos, que apunta a que la información recogida en el terreno sea “una fuente permanente, objetiva y confiable” para el diseño de políticas públicas.
En el marco del proyecto Paz Total, el presidente Gustavo Petro se comprometió a trabajar por la pacificación del país, lo que incluye el diálogo con todas las organizaciones armadas.