El gobierno nacional anunció un bono para personas que no logran obtener ingresos para el sustento diario.

Si es cierto que algunas imágenes valen más que mil palabras lo que pudimos ver en televisión de cómo ante una larga cola de personas aguardando entregar formularios se bajaban las persianas en una oficina la Anses es la muestra más acabada sobre cómo ejerce el Estado la violencia simbólica.

La desigualdad creciente contradice los anuncios de superación de la crisis. El capitalismo sigue su orgía de perversiones, dominación y explotación.

El acontecimiento que describimos más arriba era algo así como la presentación de "los papeles que acreditan pobreza e indigencia".

Continúa la orgía de los exportadores de commodities, el modelo extractivista que devasta ecosistemas solo preanuncia más dividendos para los poderosos y miserias por doquier para el resto de la población.

En efecto, el sistema va generando cada vez más población "supernumeraria" y un creciente malestar sobrante que afecta a millones de personas.

La exclusión social es inocultable con toda la carga de violencias que implica.

Todo esto una expresión más de la lucha de clases que larvada o explícitamente es irrefutable.

La seducción de los discursos demagógicos es la coartada ideológica básica de la dominación y la expoliación masiva.

Hay que romper con la servidumbre a los macro y micropoderes, potenciar las luchas autónomas, sin burócratas mediadores y sin delegación.

Los únicos cambios y transformaciones genuinas crecen desde el pie.

Carlos A. Solero