El Jefe de Gobierno porteño y su ministra-candidata sostuvieron un fuerte y desgastante conflicto con los estudiantes, sus familias y la comunidad educativa. Actualmente enfrentan una lucha gremial, protagonizada por médicos residentes y concurrentes, que se sostiene con gran firmeza y recibe el apoyo y la solidaridad del conjunto de los profesionales de la salud pública y de la sociedad porteña.
Los jóvenes profesionales no encuentran un cauce de resolución por la actitud antidemocrática y autoritaria de la gestión del Gobierno de la Ciudad. Sin embargo, a pesar de la importante perturbación que implica para los usuarios de los hospitales públicos, Horacio Rodríguez Larreta sigue enfocado en su candidatura a Presidente.
Como es sabido cuenta con un aparato mediático que le otorga inmunidad, que silencia y oculta las carencias sociales de una parte cada vez más numerosa de la ciudadanía pero además, deslegitima los conflictos que van emergiendo derivados de sus políticas hostiles a todo servicio público. Tanto Macri como Rodríguez solo valoran la gestión privada ya que rechazan ideológicamente tanto la propiedad como las prestaciones de carácter estatal, social, cooperativo, municipal o de cualquier formato colectivo que no tenga como objeto el lucro del capital.
Lo cierto es que la estrategia discursiva electoral del sonriente Jefe de Gobierno se torna cada vez más contradictoria y visible, contrastante con sus conductas políticas, especialmente por su tratamiento a la creciente conflictividad generada por la reacción de distintos sectores del pueblo que reclaman por sus necesidades y dignidades. Hay días que se presenta como palomo centrista y moderado, ofreciéndose como líder de un proyecto “para el 70% de los vecinos”. Otros días más nublados reconoce ante grandes empresarios que seguirá la línea de su mentor: “No esperaré cien días, lo haré en cien horas”: reforma laboral, previsional y contra reforma impositiva siguiendo el dogma de eliminar impuestos (a los ricos). En ciertas mañanas soleadas, se desporteñiza presentándose como un gran federal con el propósito de atraer voluntades de la ciudadanía de nuestras provincias.
La última novedad, en la que invirtió una gran cantidad de plata de “mis queridos vecinos”, fue la de presentarse como el primer ecologista, plantando arbolitos junto al alcalde londinense, en la reciente cumbre C40 de la cual surgió el objetivo quimérico para la tribuna de lograr “medidas urgentes para hacer carbonos neutrales en el 2050”.
Más allá de su pendular táctica electoral condicionada por el corrimiento del PRO hacia posiciones de ultra derecha en su afán de competir con J. Milei, en las últimas semanas se expresaron claramente sus modos de abordar los conflictos con una conducta política cada vez más inficionada de intolerancia y un autoritarismo tan antidemocrático como inocultable. Larreta no trepidó en reprimir a docentes cuando decidió reformar su estatuto sin consultarlo con la comunidad educativa. Envió patrulleros a las escuelas y accionó judicialmente contra las familias ante las tomas organizadas por los estudiantes, motivadas por las deterioradas condiciones edilicias, las decadentes pasantías obligatorias en empresas y las viandas desnutridas.
Su ministra estrella, Soledad Acuña, no quedó a la saga: desplegó una campaña mediática enarbolando el descuento de días de paro a maestros y maestras durante la pandemia como un estandarte propagandístico. Además, demanda a los padres de los y las estudiantes que participaron de las tomas de las escuelas porteñas reclamando por sus derechos. El Jefe de Gobierno “centrista” se horroriza por las tomas de los colegios como si fueran una siniestra novedad histórica. ¿Qué hubiese hecho en 1918 cuando los reformistas tomaron la universidad y desde sus terrazas alzaban banderas argentinas exigiendo autonomía universitaria, democratizar los claustros y terminar con el anacronismo monárquico clerical de entonces?
La última exhibición propagandista de Rodríguez fue su crítica al supuesto recorte educativo en el presupuesto nacional. Esta aparatosa campaña logró portadas en los grandes medios pero inevitablemente se agotó, ya que no fue más que una construcción mediática que no se correspondía con la verdad.
La realidad es que si existe una gestión que “ahorró” en el presupuesto educativo, esa fue la de Macri – Larreta, que realizó un ajuste de 10 puntos, seguramente uno de los más crueles que se recuerde.
El accionar larretista incluyó la violencia contra enfermeros y enfermeras en plena expansión del Covid 19, y ahora sostuvo un desconocimiento de cinco semanas con los residentes y concurrentes que luchan por dignificar su salario. El ministro Quirós no los recibió durante todo este tiempo argumentando que “no podemos reunirnos en medio de medidas de fuerza”, como afirmó su subsecretario Daniel Ferrante. Así las cosas, la asamblea de residentes y concurrentes decidió sostener el paro indeterminado, ya que “en seis semanas de lucha nos dieron solo 20 mil pesos”. El conflicto que incluyó ocho paros y 10 movilizaciones fue recogiendo la simpatía ciudadana, por lo cual el Ministro se abuenó y decidió atenderlos. Su propuesta fue rechazada por los médicos ya que “resulta tan insuficiente como indigna”. En suma, el autoritarismo y la insensibilidad de Rodríguez está generando una grave situación en el sistema público hospitalario con el creciente perjuicio para los pacientes. La lucha cuenta con el apoyo y solidaridad del cuerpo médico, quienes opinan que el reclamo es justo y que “los residentes son los que conocen a los pacientes y soportan el 90% de la atención a las consultas” (Clarín 29/10).
Esta conducta política de intolerancia no es novedosa, ya se había manifestado en la represión de su policía cuando decidió vallar la casa de la Vicepresidenta de la Nación, preámbulo del atentado. Practicar el autoritarismo, reprimir las luchas sociales y vedar la participación del pueblo debe cesar. La protesta, la huelga y la manifestación pública son derechos democráticos inalienables.
(*) Secretario general del Partido Solidario y Director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.