Tras la expresión de disconformidad de los frigoríficos regionales con el modo en que se iba a implementar la comercialización en trozos de la carne que llega al comercio minorista, el gobierno decidió postergar por 75 días la entrada en vigencia del nuevo régimen. La obligación de distribuir el producto entre las carnicerías en piezas de no más de 32 kilogramos se había fijado para este martes 1° de noviembre por Resolución 2/21 de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, pero se extendió la fecha hasta el 15 de enero del año entrante.
La postergación obedeció a "un pedido especial por parte de las provincias, con el fin de adecuar cuestiones vinculadas a la implementación, control y logística del troceo", según la comunicación oficial. Sin embargo, desde el sector de frigoríficos regionales se indicó que las diferencias no sólo tienen que ver con "la fecha de la puesta en marcha" sino principalmente con "el carácter discriminatorio" del sistema que se quiere imponer, promovido por el Consorcio Exportador de Carnes ABC. Señalan que deja sin posibilidades de cumplir con los requisitos a los frigoríficos pequeños y medianos y, además, obliga a las carnicerías de barrio pero no así a las grandes cadenas de hipermercados.
"Los frigoríficos regionales advertimos que, al no poder cumplir con la nueva norma, íbamos a dejar de comprar hacienda para faena a partir de hoy (lunes 31) y desde el martes 1° no íbamos a entregar carne al mercado interno", indicó en diálogo con Página/12 Javier Peralta, secretario de Fifra (federación deindustrias frigoríficas regionales de Argentina).
"Si es como dicen los frigoríficos del consorcio exportador, que la industria estaba ya en condiciones de distribuir carne troceada, sin impacto en el costo ni el abastecimiento, ellos deberían empezar mañana mismo a hacerlo (por este martes 1°) y que demuestren que nosotros estábamos equivocados", desafió Peralta, industrial de la provincia de Córdoba.
Justamente, el punto de discrepancia se da al interior del propio sector industrial. Los establecimientos del consorcio exportador, con instalaciones preparadas para vender al exterior, están en condiciones ventajosas para poder "adaptarse" inmediatamente a la obligación de distribuir la carne troceada.
"Un frigorífico mediano, no digo ni siquiera uno chico, para adaptar sus instalaciones a la necesidad de sacar su producción en piezas de no más de 32 kilos, requiere una inversión mínima de 300 millones de pesos, y ni siquiera hay créditos para encararlo", asegura Peralta.
El universo de frigoríficos que atiende al mercado interno asciende a unos 350 establecimientos. De ellos, no menos de 300 requerirían adaptar sus instalaciones con una inversión como la señalada. "Es inviable", advierte el secretario de Fifra.
El reclamo de los frigoríficos regionales a los gobernadores de sus propias provincias motivó el pedido de postergar la puesta en vigencia del nuevo sistema de comercialización. Fifra aclara que no se opone a un cambio de régimen que evite que un trabajador de la carne deba cargar sobre sus hombros una media res de 200 kilogramos.
"Esto lo venimos conversando en encuentros cuatripartitos en la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, con los sindicatos y las ART, y hay un principio de acuerdo para en que la forma más factible de resolverlo sería incorporando medios mecánicos para subir y bajar las medias reses al camión. Rieles móviles a la calle, para que las medias reses bajen por ahí, o hacer donde sea posible que la caja del camión pueda ingresar hasta donde están las heladeras o cámaras frigorífricas del comercio minorista, y otra forma serís con carros especiales por los que se baje la media res del camión y se traslade al interior del establecimiento minorista", describió Peralta.
Estas alternatrivas requerirían de una nueva logística, pero a un costo muy inferior a la obligación de salir de planta de faena con la carne troceada. "Lo llamativo, es que esta posibilidad estaba prevista en la primera resolución sobre troceo, del año 2020, que preveía como alternativa los medios mecánicos, pero en la última resolución desapareció", agrega.
El cuestionamiento de los frigoríficos medianos y chicos, en definitiva, es que el troceo dejaría afuera a una amplia franja del sector. "La norma va en contra del frigorífico chico y del carnicero de barrio, lo cual tiende a concentrar el negocio de la faena y el de la venta minorista. Pedimos mayor participación en la discusión y que las medidas no se tomen escuchando solamente a los grandes exportadores y a las cadenas de hipermercados", reclamó Peralta.
El planteo augura que no se trata solamente de darse un tiempo para resolver "problemas de logística y control", sino que todavía hay una cuestión de fondo pendiente. En las próximas semanas se verá como continúa.