¿Por qué se les llama izquierda y derecha a las 2 principales tendencias políticas que rigen el mundo (y qué tuvieron que ver con ello unas sillas)? Era 28 de agosto de 1789 y en la Asamblea Constituyente de Francia se hacía la pregunta más revolucionaria de la época: ¿Cuánto poder debe tener el rey? Pero los franceses se enfrascaron en su Revolución, el proceso que puso fin al poder absoluto de la monarquía y de la Iglesia, cuestionado por los burgueses que emergieron como nueva fuerza política.

De un lado, en las sillas ubicadas a la derecha del presidente del organismo, se sentó el grupo más conservador. Del otro lado, en las sillas de la izquierda, se comenzaron a reunir los revolucionarios que tenían una visión opuesta. Eran los más progresistas de la sala, los que pedían un cambio de orden radical Y así inició una transformación social y económica que tuvo un profundo impacto en el orden político y cuya influencia llegó hasta hoy, no solamente en Francia sino en el mundo.

De ese convulso periodo surgieron, además de conceptos como los "derechos del hombre" y "nación", los nombres de las dos principales tendencias políticas que han regido el mundo desde entonces: la izquierda y la derecha.

¿De qué hablamos cuando decimos se viene la derecha como modelo o proyecto político? Hay un discurso que trata de generar miedo para garantizar las malas acciones de un Gobierno, como único camino a seguir que ya conocemos como termina.

Si hacemos un ejercicio de memoria podemos recordar frases para no modificar nada en lo económico: en el 83 nosotros o la dictadura, los 90 nosotros o el abismo, siguieron con aquello de debemos terminar con el pasado, hoy nos dejaron un desastre o lo componemos nosotros o quieren más de lo que vivimos.

Desde la llegada de la democracia pasaron 39 años; con políticas acordes a las necesidades económicas del poder, hasta hoy. Hubo devaluaciones y sobrevaluaciones, cuyos funcionamientos garantizan las necesidades de los sectores populares. La finalidad de estos proyectos siempre fueron la misma, los gráficos de la desigualdad dicen claramente sobre el crecimiento indiscriminado de los más vulnerables.

Estos sectores depositaron confianza y obediencia a los distintos gobiernos para el cuidado y garantía de sus derechos. Como respuesta obtuvieron despilfarros e impunidades.

Hoy, estos sectores aparecen como culpables de los males profundos que siguen golpeando la puerta de muchos argentinos, acompañado por una sociedad que solo tiene una mirada acorde a los que mandan. Lejos de devolverles derechos, solo se escucha decir: encarcelar, lastimar, matar, humillar. Se construye el desprecio, descalificando con palabras irrepetibles, con una mirada selectiva y distorsionada.

Tendríamos que profundizar la mirada y analizar cuál es el contexto social. Hoy la política se dirime desde los esloganes y lo mediático, basado en el simplismo que nada soluciona. Todo lo contrario, se profundizan y agravan los problemas. Lo que sale en los medios se habla hasta que la noticia entra en el olvido. Nunca entenderemos de que se trata la libertad, mientras la realidad de los vulnerables sea tomada como otro paisaje natural.

La inclusión social se toma livianamente como una ayuda social. Es un error. Está bien que se otorgue, pero debería abrir nuevamente las puertas a la distribución real de las riquezas. Las posibilidades de igualdad serán nulas mientras los proyectos políticos no estén basado en lo humano.

Se avecinan otros tiempos peligrosos para la salud social. Muchos hablan de esperanza, tener esperanzas ayuda, pero tengamos ciertas reservas. Se sigue planteando lo mismo, desde la mirada del que más tiene, se priorizan deudas con organismos internacionales. Hoy vivimos otros tiempos en lo colectivo y los márgenes se achicaron para los futuros gobernantes que quieran profundizar las prácticas cargadas de frustraciones para los más.

Entre las mayorías seguiremos construyendo democracia plena desde lo popular y no desde lo liberal. Cuando nos digan que se viene la derecha reflexionemos que siempre estuvo, lo que tiene que hacer es irse para siempre y los gobiernos que se hacen llamar populares, cambiar de silla.

 

Rubén Eduardo Kelo Moreno