Las heladas registradas en varios puntos del país, con temperaturas de hasta 3 grados bajo cero, causaron daños en viñedos de distintas provincias, lo que podría afectar la producción de la industria vitivinícola. En el sector evalúan en qué medida puede afectar al stock de vinos, que se verá concretamente entre febrero y abril de 2023.
Las bajas temperaturas causaron daños en viñedos en gran parte de la región de Cuyo y la Patagonia. Las zonas más afectadas fueron el centro oeste de Mendoza, en el Valle de Uco, donde se produce la mayor parte de la uva que se destina a los vinos de mediana y alta gama. Y también hubo perjuicios en distintos puntos de San Juan, desde donde se provee el gran volumen de vinos básicos y medios.
Carlos Fiochetta, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), advirtió que los primeros reportes indican que “la magnitud de la helada ha sido importante”, y que en base a los primeros relevamientos “en algunos casos se habla de daños que van desde el 30% hasta el 100% de la producción”. Sin embargo, adiverte que a esta altura es difícil cuantificar los daños.
Dado que el stock de vinos se proyecta hacia adelante, en función de la demanda del mercado y de la cosecha, las consecuencias se verán concretamente entre febrero y abril, al final del período, cuando se encamine la temporada de cosecha. “Esto claramente puede afectar la cantidad de litros”, aseguró Patricia Ortíz, presidenta de Bodegas Argentinas y vicepresidenta de la Unión Industrial de Mendoza (UIM).
Y advirtió por la situación que atraviesa el sector, marcado además por incrementos de precios de los insumos, por ejemplo, las botellas, que acumula un 107% en lo que va del año. “Venimos con un aumento de los insumos que supera la inflación, no solo botellas, sino también cartón y el mismo vino que se comercializa a granel”, marcó Ortíz. “Esto se suma a este nuevo problema que tenemos, por las heladas, que hace que la industria esté atravesando una situación crítica”, agregó.
Qué le pasa a la planta de vid en las heladas
Hay dos tipos de heladas. En algunas, más pequeñas y puntuales geográficamente, se enfría la temperatura del suelo de forma gradual, un grado por hora. Las otras, más generales y de mayor extensión territorial –como las de este caso– se producen cuando una masa de aire frío se desplaza, se asienta en la zona productiva y la superficie de la cosecha se enfría.
La particularidad de esta última helada, según Fiochetta, “es que se dio en una época tardía, donde las plantas ya están brotadas”. En ese marco, “si la temperatura desciende en gran medida termina quemando estos brotes que son muy sensibles”. Por eso, el representante de Coviar señaló que “si esto hubiera pasado un mes antes, no pasaba nada”, dado que al no haber florecido aún, las plantas habrían resistido más.
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