Un perro adulto, que tenga buenas condiciones de salud, no debería orinar ni en su cama ni en la de sus dueños. Sin embargo, esta conducta puede darse y hay diferentes motivos para explicarla, que pueden ir desde causas físicas, de edad, o ansiedad o para marcar territorio, así como varias herramientas para solucionarla, aseguran los expertos.

Perros: nueva evidencia científica demuestra que las razas no determinan sus comportamientos

  1. Causas físicas y orgánicas.


En primer lugar se debe descartar que la conducta inadecuada responda a una incontinencia basada en cuestiones físicas u orgánicas. Es decir, que no tenga que ver con, por ejemplo, una infección urinaria, incontinencia post castración, enfermedades metabólicas. Ni con problemas neurológicos, como un síndrome senil, un déficil cognitivo o una pérdida de orientación, explica la médica veterinaria Verónica Eisenberg.

  1. Perros muy jóvenes

La edad temprana de los perros también puede explicar que orinen en el lugar inadecuado ya que, hasta pasados los 6 meses, no desarrollan control total de esfínteres.

No obstante, para lograr que hagan sus necesidades en el lugar correcto, este período de aprendizaje es clave. En este sentido, Juan Manuel Liquindoli, adiestrador canino y director de la escuela Filosofía Animal, recomendó delimitar una o más zonas donde tienen permitido hacer sus necesidades y acompañar al perro a las mismas en tres momentos críticos: después de dormir, comer y de hacer alguna actividad física

“Debemos esperar unos segundos o minutos hasta que sus necesidades y luego lo podemos felicitar con nuestro tono de voz, con unas caricias o con unos trocitos de comida. Aquellas conductas que premiamos o reforzamos, tienden a repetirse”, agregó.

Al concluir, destacó la importancia de llevar a cabo métodos de educación libres de castigos físicos o emocionales, subrayando que son más efectivos y tienen mejores resultados a largo plazo. "No se debe castigar o regañar al animal. Hay evidencias científicas que demuestran que los castigos entorpecen los procesos de aprendizaje y pueden dañar el vínculo entre el humano y el perro”, dijo. 

  1. Ansiedad por separación


En cuanto a las causas conductuales, el médico veterinario Juan Enrique Romero explicó que la principal está vinculada con la ansiedad por separación. “Es un fenómeno que puede devenir del apego excesivo entre el animal y su tutor. El animal no llega a comprender el por qué su tutor se va, no sabe si regresará o no, y tiende a liberar esta ansiedad a través de la orina y la materia fecal. Y lo hace en la cama del tutor porque es el elemento que más relacionado a él está”.

“Esta conducta representa un signo de alarma, que amerita llevar al animal a un veterinario especializado en el tema. No existe una solución casera”, indicó. A su vez, aclaró que otros síntomas que pueden devenir de la ansiedad por separación pueden ser: rascar la puerta o algún mueble, ladridos o llanto excesivo, entre otros.

La ansiedad por separación puede llevar al perro a orinar en la cama de su tutor. Imagen: FreePik. 


  1. Excitación o agitación


Factores que puedan producir excitación o agitación al perro, pueden generar que se orine donde no corresponde. No obstante, sólo sucedería en la cama si el animal estuviera allí al momento justo del estímulo, especificó Romero.

En este sentido, Eisenberg recomendó no generar estímulos cerca de la cama. Por ejemplo, evitando colocar la cama cerca de la puerta, ya que en ese lugar se produce una excitación cada vez que el tutor llega a la casa, o evitar sacar la correa para pasear cuando el perro se encuentra en la cama.

  1. Marcar territorio


Una causa, de las menos comunes, es la necesidad de marcar territorio. El ejemplo más claro, explicó Eisenberg, “se da cuando llega un bebé a la casa. Si el animal está acostumbrado a jugar con los dueños, e incluso a dormir en la cama de ellos, cuando llega un bebé y lo alejan del dormitorio, y empiezan a ponerle restricciones, el animal se siente rechazado y una de las maneras de expresarse es marcar territorio, por ejemplo, orinando en la cama”. Para evitarlo, se recomienda no invadir ni sacarlo de los lugares que considera propios.

Un perro adulto, que tenga buenas condiciones de salud, no debería orinar ni en su cama ni en la de sus dueños. Imagen: FreePik. 


Seguí leyendo