En octubre, la región amazónica sufrió 13.911 incendios, lo que marca un aumento del 20.4% en comparación con el mismo mes del año anterior, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) de Brasil, donde también se destacó que que el acumulado anual ya registra 100.000 incendios en diez meses, una cifra un 33% superior a la registrada en todo 2021.
“Es icónico que el día antes de la segunda vuelta de las elecciones, se atacaron más de 100.000 puntos críticos en la Amazonia. Esto es un reflejo del desprecio del gobierno actual por el bosque y su gente”, aseguró Rômulo Batista, vocero de Greenpeace Brasil.
"Las cifras son el resultado de una política de desarrollo que se basa en el uso depredador de los recursos naturales, sin preocuparse por el recrudecimiento de la crisis climática", agregó Batista.
Cuáles son los estados más afectados por los incendios
El mayor número de incendios en octubre fue en el estado de Pará con 7.469, equivalente al 54% de todos los incendios. Le siguen Amazonas, con 1.503 (11% del total), Maranhão (9%), Acre (8%) y Mato Grosso (6%). En 2022, se registraron 101.215 incendios.
“Ahora con un nuevo gobierno electo, seguiremos trabajando y exigiendo, como lo hemos hecho durante todos los gobiernos anteriores, para que la Amazonia, nuestra mayor riqueza, sea protegida, sus pueblos sean respetados y la paz reine en la selva”. dijo el portavoz de Greenpeace.
Para la organización no gubernamental, el principal desafío de la gestión de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) en el área ambiental será deshacer los retrocesos sin precedentes promovidos por Jair Bolsonaro (PL). Las prioridades deben ser proyectos que detengan el acaparamiento de tierras públicas y que promuevan el desarrollo sostenible.
Esta semana,dos de los países europeos que financian el Fondo Amazonía, Alemania y Noruega, señalaron que van a inyectar recursos nuevamente, que se habían interrumpido por el desmantelamiento de las políticas ambientales en el gobierno de Bolsonaro.
Lula decidió asistir a la conferencia de la ONU sobre cambio climático, COP27, que tendrá lugar entre el 7 y el 18 de noviembre en Egipto. El PT fue invitado por el gobernador de Amapá, Waldez Góes (PDT), presidente del Consorcio de Gobernadores de la Amazonía Legal.
Por qué es tan importante la Amazonía
La selva amazónica desempeña un papel importante en la regulación de los ciclos mundiales del oxígeno y el carbono. Produce aproximadamente el 6% del oxígeno del mundo y desde hace tiempo se cree que actúa como sumidero de carbono, es decir, que absorbe fácilmente grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera.
Pero cuando se talan los árboles y se quema el bosque, ese carbono se libera a la atmósfera a un ritmo alarmante. Investigaciones recientes sugieren que estos bosques podrían estar emitiendo más dióxido de carbono del que absorben. Por suerte, si somos capaces de conservar grandes partes de este frágil ecosistema, los científicos creen que podremos recuperar su condición de sumidero de carbono.
La riqueza de la biodiversidad de la Amazonía
La selva amazónica es el mayor bosque tropical del mundo. Alcanzando más de 3 millones de kilómetros de terreno, su territorio se extiende por nueve países sudamericanos: Brasil, Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guyana, Surinam y Guayana Francesa.
La exuberante región es un ecosistema de gran biodiversidad, que alberga incontables especies de plantas y animales. La selva tropical puede crear su propio tiempo e influir en los climas de todo el mundo. La Amazonía alberga más de 2,5 millones de especies de insectos, 1.300 especies de aves, 3.000 de peces y unas 430 de mamíferos, según National Geographic.
También, se encontraron más de 40.000 especies de plantas en la selva amazónica, muchas de ellas tienen importantes usos medicinales o se encuentran en los alimentos que consumimos. El chocolate, la vainilla, la canela, la pimienta y el café se cultivan allí. Los árboles del caucho dan una fuente de ingresos a las comunidades indígenas que viven en la selva.
Las plantas del Amazonas desempeñan un papel activo en la regulación del ecosistema. Cuando las plantas del Amazonas hacen la fotosíntesis, crean su propio clima; además, liberan vapor de agua y la humedad, a su vez, produce las nubes que mantienen el agua encerrada en la exuberante selva.
A medida que la lluvia cae sobre la selva, el aire caliente se eleva en la atmósfera, atrayendo aún más humedad del océano a miles de kilómetros de distancia. El Amazonas tiene el mayor índice de precipitaciones del mundo.
El río Amazonas es el segundo más largo del mundo, después del Nilo, cubriendo 6.430 kilómetros. Un estudio reciente sugiere que los humedales del Amazonas albergan más del 53% de las más de 6.727 especies de árboles contabilizadas en el Amazonas.