Desde Roma
El papa Francisco parte este jueves 3 de noviembre hacia Bahrein, en el Golfo Pérsico, para una visita de tres días en la que encontrará a autoridades locales y eclesiásticas. Pero el principal objetivo es participar de la conclusión del “Bahrein Forum for Dialogue: East and West for Human Coexistence” (Foro de Bahrein por el Diálogo: Este y Oeste por la Coexistencia Humana). Se trata de un encuentro multirreligioso y multinacional organizado por el rey de Bahrein, Hamad bin Isa Al Khalifa, que pretende estimular las relaciones entre Oriente y Occidente en busca de la paz. Y este último objetivo, la paz, es un punto prioritario sobre el que Francisco insiste siempre.
Francisco será el primer Pontífice que visita Bahrein, país que ocupa el lugar número 58 en la lista de países que ha visitado durante su papado y el cuarto viaje al exterior de este año, luego de Kazakistán, Canadá y Malta. “Participaré en un Foro que se centrará en la necesidad ineludible de que Oriente y Occidente se acerquen por el bien de la convivencia humana. Tendré la oportunidad de hablar con representantes religiosos, en particular musulmanes”, dijo Francisco luego de rezar el Angelus al medio día del lunes, día de todos los santos.
La guerra y la paz
Por su parte, el secretario de estado vaticano Pietro Parolin, en una entrevista concedida al Osservatore Romano, el diario vaticano, subrayó que “en un mundo caracterizado por tensiones, contraposiciones y conflictos”, la visita del Papa a Bahrein "es un mensaje de unidad, de cohesión y de paz”. La participación de Francisco en el Foro de Bahrein “es un signo de unidad en un momento particularmente delicado y complejo y en cierto sentido trágico”, añadió Parolin aludiendo tácitamente, entre otras, a la guerra en Ucrania. El secretario de estado subrayó además que el Papa invita a unirse porque “las religiones pueden colaborar en este sentido para eliminar todo malentendido de modo tal que la religión sea siempre un factor de reconciliación, un factor de paz, de cohesión y armonía”.
Este viaje “será una etapa preciosa de un camino de fraternidad y de comprensión para el crecimiento y la intensificación de las relaciones con el mundo islámico y sus representantes”, subrayó de su vez el portavoz vaticano Matteo Bruni al presentar el programa del viaje.
Al margen de todo esto trascendió que la organización Amnesty International, que defiende los derechos humanos en todo el mundo, le envió una carta al Papa pidiéndole que durante su viaje hable con las autoridades y religiosos de Bahrein sobre la cuestión de la liberación de la gente que fue arrestada en las protestas de 2011 y que todavía están presos, y sobre el fin de la discriminación que sufren los miembros de la comunidad musulmana chiíta en todo el país. Chiítas y sunitas son las dos ramas más importantes que dividen la religión musulmana.
El archipiélago de Bahrein
Bahrein es hoy un país constituido por 33 pequeñas islas ubicadas en el Golfo Pérsico, cuya capital es Manama. Sus aguas territoriales limitan al oeste con Arabia Saudita y al sur con Qatar. Hoy es una monarquía constitucional gobernada por el rey Hamad bin Isa Al Khakifa mientras en precedencia fue parte del Imperio Otomano y en 1916 pasó a ser un protectorado británico hasta que declaró su independencia en 1971. Sus 785 kilómetros cuadrados están habitados por 1,343 millones de personas, de los cuales el 60 por ciento son habitantes originales y el 40 inmigrantes, sobre todo de Asia (principalmente India y Filipinas). Según algunos datos, el 80 por ciento de la población es musulmana (chiitas y sunitas) y sólo un 10 es cristiano.
Su economía se ha hecho conocida por las fuentes de petróleo que posee y por las perlas que se encuentran. El país también se hizo famoso por las carreras de Fórmula 1 que se corren en el Bahrein International Circuit.
Por mucho tiempo Bahrein fue considerado un paraíso fiscal donde invertían o trasladaba sus capitales inversores de todo el mundo porque se hacían pocos controles. Pero desde 2012 responde a los criterios financieros internacionales. La Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con Bahrein desde el año 2000.
El programa
El papa viajará acompañado por periodistas y exponentes de la Santa Sede. Entre éstos el cardenal secretario de estado Pietro Parolin, el cardenal argentino Leonardo Sandri, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, y monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales.
Francisco partirá del aeropuerto romano de Fiumicino a las 9,30 del 3 de noviembre. Aterrizará en la Base Aérea Sakhir de Awali después de poco más de siete horas de vuelo. Luego se dirigirá al Sakhir Real Palace , la residencia del soberano de Bahrein, para una visita de cortesía al rey. El Papa estará alojado en el Sakhir Palace como huésped del rey. Por la tarde, en torno a las 18.30 locales, Francisco mantendrá el primer encuentro con autoridades civiles y el cuerpo diplomático y pronunciará su primer discurso.
Al día siguiente, es decir el 4, Francisco asistirá en Awali al cierre del Forum por el Diálogo cuyo objetivo es construir puentes y donde se hablará del rol de los religiosos y de los estudiosos para afrontar los desafíos que plantea el mundo hoy, del diálogo interrreligioso y de la paz. El Papa será recibido por el rey y por el Gran Imam di al-Azhar, una de las máximas autoridades religiosas musulmanas sunita con quien Francisco se ha encontrado ya varias veces. Ambos, en febrero de 2019, firmaron un documento sobre la “Fraternidad Humana, por la Paz Mundial y la Convivencia Común” cuando se reunieron en los Emiratos Árabes Unidos. Esta vez junto al rey plantarán un árbol de la paz en el jardín de la Plaza Al-Fida' del complejo del Sakhir Royal Palace.
Por la tarde Francisco se encontrará a nivel privado con el Gran Iman di al-Azhar y poco después, en la mezquita del Sakhir Royal Palace, con miembros del Consejo Musulmán de Ancianos, organización internacional independiente con sede en Abu Dhabi. Por la tarde el papa visitará la Catedral de Nuestra Señora de Arabia en Awali, donde mantendrá un encuentro ecuménico y de plegaria por la paz. La Catedral fue consagrada hace poco más de un año y su primera piedra fue un ladrillo de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro de Roma, que donó el papa Francisco.
El 5 de noviembre el papa tiene prevista una misa por la paz y la justicia que celebrará en el Bahrein National Stadium por la mañana. Por la tarde se encontrará con jóvenes en la escuela del Sagrado Corazón. El 6, poco antes de partir hacia Roma, mantendrá un encuentro de plegaria en Manama con obispos, sacerdotes, seminaristas y operadores pastorales en la Iglesia del Sagrado Corazón, la primera iglesia católica de Bahrein. A las 13,, hora local está prevista la partida de su avión desde la Base Aérea Sakhir hacia Roma, donde llegará a las 16.35 hora italiana.