Para el teólogo brasileño Leonardo Boff “los 580 días de injusto encarcelamiento (a los que fue sometido Lula) crearon las condiciones para que él pensara y repensara su pasado, sus aciertos y errores, y profundizara en los diversos ángulos de la realidad brasileña”. De la cárcel Lula “salió más sabio y también más humano y espiritual” afirmó ex sacerdote católico y hoy convertido en un activista ambiental en una entrevista realizada por João Vitor Santos y Wagner Fernandes de Azevedo, publicada por la agencia ADITAL-IHU, y en la que se intenta hacer una evaluación de los resultados electorales de la segunda vuelta en Brasil.
Para Boff el mensaje que dejaron las urnas el domingo anterior es que “no se puede construir una sociedad sobre mentiras , fake news , calumnias y desobediencia al contrato social expresado por la Constitución y las leyes” y por ese motivo “los ciudadanos lo entendieron y derrotaron al ultraderechista Jair Bolsonaro”.
Al ser consultado sobre la reacción adversa al resultado electoral expresada en cortes de ruta y manifestaciones por algunos grupos cercanos al actual presidente Boff recordó que “dentro de un régimen democrático, el resultado del voto, expresión de la voluntad del pueblo, debe ser respetado”. Por eso, subrayó, quienes obtuvieron la mayoría electoral están contentos y “sólo se lamentan aquellas personas que esperaban una victoria segura y no están satisfechas por el hecho de no haber tenido una victoria electoral”. Éstas últimas –dijo- “se sitúan al margen de un estado de derecho democrático”.
La fake como estrategia
Tomando en cuenta que las campañas electorales mostraron a la izquierda haciendo hincapié en el discurso de la igualdad y a la derecha en la libertad, Boff sostuvo que “ambos valores pertenecen a la democracia” pero “la igualdad para los grupos progresistas significa respetar todas las diferencias y reconocer su derecho a existir” y “para los grupos más conservadores la libertad es poder expresar todo lo que les pasa por la cabeza, como ofender a la gente y utilizar fake news”.
Cuando se lo consultó sobre la prioridad por los pobres subrayada por el presidente electo tanto en la campaña como en su primer discurso con posterioridad a la elección, el intelectual brasileño recordó que “Lula es un superviviente de la hambruna” y “por eso, en sus dos mandatos se comprometió a dar centralidad a los pobres con políticas sociales que cubran sus necesidades no solo de sobrevivencia, sino también de ciudadanía, inclusión y participación en todos los bienes culturales, como el acceso a la educación superior”. Para Boff “la principal misión de un Estado es garantizar la vida de sus ciudadanos”.
En otro pasaje de la entrevista los periodistas le recordaron al teólogo que el papa Francisco insiste en la necesidad de recuperar, discursiva y programáticamente, la fraternidad señalada como uno de los pilares de la modernidad y le preguntaron si ¿sería la fraternidad el principal pilar a ser (re)construido por el gobierno de Lula?
Según Boff “la fraternidad es el gran sueño del Papa Francisco propuesto en Fratelli tutti: fraternidad con todos los seres de la creación porque todos provienen del mismo barro, del mismo acto amoroso de Dios y porque, científicamente, todos tienen la misma base genética código Ella nos pone, a todos juntos, en un mismo terreno y con relaciones tiernas y respetuosas”. Por eso –dijo – “corresponde al Estado crear las condiciones sociales, políticas, culturales y espirituales para que la fraternidad sea vivida y no se convierta en mera retórica”.
Sobre la promesa de Lula de crear un ministerio indígena y de reforzar las políticas de protección ambiental Boff recordó que “entre nosotros y en el mundo ha crecido la conciencia ecológica y las amenazas que pesan sobre la vida, incluida su extinción, ya sea porque la Tierra, un planeta limitado que no soporta un proyecto de crecimiento ilimitado y puede colapsar, o por el nuevo régimen de cambio climático que, si no reducimos los gases de efecto invernadero, hará insoportable nuestra vida en la Tierra”. Y admitió también que “Lula creció mucho en esta conciencia a través de los estudios que hizo en prisión y del diálogo con expertos sobre el estado de la Tierra”. Advirtió al mismo tiempo que “los pueblos originarios están amenazados de extinción por el avance de un desarrollo de tipo depredador que no respeta sus tierras y culturas” y que “un ministerio reconocerá la legitimidad de su existencia como los primeros en ocupar estas tierras que deben ser delimitadas y protegidas”.