Con el 50,9% de los votos, Luiz Inácio Lula da Silva se impuso en el balotaje en Brasil ante Jair Bolsonaro, quien obtuvo el 49,1%, y volverá al gobierno por tercera vez luego de sus dos períodos consecutivos entre 2003 y 2011. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) asumirá el 1 de enero de 2023 un mandato que se extenderá durante cuatro años.
“A partir del 1 de enero de 2023 gobernaré para los 215 millones de brasileños, y no sólo para los que me han votado. No hay dos países. Somos un Brasil, un pueblo, una gran nación”, aseguró Lula en su primer discurso como presidente electo de Brasil.
Tras conocerse los resultados, Bolsonaro permaneció dos días en silencio y no reconoció la victoria electoral hasta el martes, cuando su Jefe de Gabinete saliente, Ciro Nogueira, anunció oficialmente el inicio de la transición hacia la futura administración y afirmó que fue autorizado a liderar el traspaso de poderes.
De esta forma, tras la incertidumbre, los equipos de Lula y de Bolsonaro se reúnen este jueves en el Palacio del Planalto para planear el traspaso de mando, informaron medios locales. Como representante del PT, fue designado el vicepresidente electo Geraldo Alckmin.
Este período entre la elección y la investidura es regulado por una ley creada en 2002, que prevé la creación de un equipo de transición para el presidente electo, que puede tener hasta 50 miembros, y contará con "acceso a informaciones sobre las cuentas públicas, los programas y proyectos del Gobierno”.
Dos meses para la ceremonia de asunción
El proceso de traspaso de mando se extenderá durante dos meses, hasta la ceremonia de asunción que se realizará en Brasilia el 1 de enero de 2023. Ese día, Lula deberá brindar un discurso en el Congreso Nacional.
Si bien el protocolo indica que Bolsonaro debería asistir al acto, y transferir allí la banda presidencial al mandatario electo, se cree que el actual jefe de Estado podría estar ausente en la ceremonia dadas las actitudes que dejaron entrever dificultades para un cambio ordenado.
Antecedentes en el traspaso de la banda presidencial en Brasil
La ley que regula la transición fue creada en 2002, bajo la presidencia de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), quien se convirtió en el primer mandatario electo por voto popular en transferir la banda presidencial a otro—a Lula da Silva—desde la redemocratización del país.
En 2011, Lula transfirió la banda presidencial a Dilma Rouseff. En 2016, con la destitución de Dilma en un proceso de juicio político, no hubo transición al inicio del gobierno de Michel Temer. En 2018, Temer no se presentó a la reelección, algo que facilitó los preparativos para el paso de banda a Bolsonaro.