“El tango te espera, las abuelas también”. Bajo este lema comenzó un nuevo ciclo para buscar a lxs nietxs que faltan, una labor que desde hace años Abuelas de Plaza de Mayo encaró también con otros ciclos como Teatro x la Identidad, Cine x la Identidad o Música x la Identidad. Esta vez el leitmotiv es Tango x la Identidad. Silvina Atencio, integrante de la Comisión de Trabajo por la Reconstrucción de Nuestra Identidad (Ministerio de Obras Públicas de la Nación) que se ocupa de la reparación de los legajos de trabajadores secuestrados durante la última dictadura cívico-militar, fue la conductora del acto y se refirió a la ausencia de Estela de Carlotto –presidenta de Abuelas– debido a algunos problemas de salud, pero afirmó: “En realidad, a partir de ahora, las Abuelas somos cada uno de nosotros. Ese es el espíritu”.

El siguiente en tomar la palabra fue Sebastián Blutrach, propietario del Teatro Picadero en el que se llevó a cabo la presentación, un especio emblemático para la lucha por los derechos humanos que supo alojar otro ciclo histórico como Teatro Abierto en los ’80 y que por esa misma razón fue incendiado. “Los teatreros decimos que TxI es una especie de heredero de Teatro Abierto, el primer movimiento de resistencia contra la dictadura, y su sede fue acá. Este teatro sufrió un atentado por una bomba de la Marina en 1981 mientras Frank Sinatra cantaba en el Luna Park. Como siempre pasa con la derecha fascista, cuando generan un hecho violento se multiplican las voces y Teatro Abierto creció y creció. Todos los que trabajamos acá siempre vamos a estar del lado de la vida, de las Abuelas, así que esta es su casa”, expresó Blutrach.

Atencio informó cuál es la labor de la Comisión, contó algunos detalles biográficos de su padre desaparecido y señaló que durante el macrismo fueron desterrados del Ministerio de Economía. “Fue muy importante recibir el legajo de mi papá y encontrarme con su historia porque también es la mía, empezar a trabajar en el puesto que fue de él. Esta es la historia de nuestra familia, de nuestra parte desaparecida y, de alguna manera, es hacer aparecer a ese papá y a esa mamá”. Antes de darle la palabra a Jorge Firpo, bailarín de tango responsable de la idea que inició esta movida, citó a un filósofo japonés que decía que “las personas malvadas no podían hacer mucho mal a menos que se juntaran con otros malvados. Hoy estamos todos, todas y todes acá, con un corazón bondadoso, para hacer el bien”.

Hace muchos años Firpo tuvo la idea de llevar a cabo este ciclo y finalmente se concretó. Cuando empezó Teatro x la Identidad se preguntó: “¿Por qué no desde el tango? El tango puede ser un instrumento político en esta batalla cultural para poder colaborar con el objetivo principal de nuestras queridas Abuelas”. El bailarín celebró la convocatoria que el tango genera actualmente entre los más jóvenes –algo que pudo verse también en el escenario– y contó una emocionante anécdota que vivió el actor Leonardo Sbaraglia cuando dijo que estaba por filmar un spot para el ciclo: “Una persona le comentó que hacía mucho tiempo dudaba de su identidad y le pidió si no la podía acompañar a Abuelas. Fue la semana pasada”. ¿Para qué sirve un ciclo como este? Precisamente para que se repliquen estas anécdotas y las Abuelas puedan encontrar a todxs lxs nietxs que aún faltan.

A lo largo del acto se leyeron algunas adhesiones y también se celebró la repercusión en el exterior, con embajadores del ciclo en Irlanda, Suiza, España, México y Chile. Manuel Gonçalves Granada, nieto restituido por Abuelas que actualmente trabaja en la fundación, destacó los 45 años de lucha: “Esta es una búsqueda vigente y también un daño vigente. La dictadura se robó 500 bebés, somos 130 los nietos y nietas que han encontrado las Abuelas, pero todavía nos faltan un montón, más de 300. En nuestra sociedad, así como estamos hoy acá nosotres, quienes nos comprometemos, también hay muchos que se callan. Las apropiaciones que sucedieron en dictadura no fueron sólo porque los milicos se robaron bebés; otros los recibieron y se convirtieron en padres, tíos, padrinos, parte de esa familia que tiene un silencio atroz. En estos tiempos en los que se plantean discursos negacionistas cada vez más fuertes, en los que se amplifica tanto el discurso de la derecha y se cuestiona mucho de lo que hemos construido en materia de memoria, verdad y justicia, es fundamental que podamos seguir hablando para que nos ayuden a encontrar a esos más de 300 hombres y mujeres que no saben su verdadera identidad”.

El acto también fue un breve muestrario de lo que podrá verse en el ciclo. Lidia Borda junto a Diego Godfrid al piano interpretaron “Una canción” y “Cornetín”. Antes de cantar, la artista destacó: “Nos dedicamos a esta música que es una pregunta (o reafirmación) constante sobre la identidad. Para otros esa pregunta es mucho más grande. Cuando uno sabe quién es, sabe qué hacer con eso o al menos lo intenta”. La cuota histriónica y humorística la aportó Walter “Chino” Laborde, quien dijo: “El mal tiene mucha prensa, pero hay muchísima gente haciendo cosas buenas de verdad. Es un emoción muy grande haber sido invitado y poder estar en este teatro tan emblemático”. Junto a Federico Mizrahi al piano interpretó los clásicos “Gricel” y “Mensaje”.

Guillermo Fernández fue otro de los estelares que pasaron por el escenario del Picadero: “Creo que esto de Teatro por la Identidad nos lo debíamos hace mucho tiempo porque estamos totalmente convencidos de que el tango tiene mucho que ver con la historia social y política de la Argentina”. El cantante estrenó “Lejos de vos”, una canción que escribió junto a Luis Longhi el día que apareció Ignacio Montoya Carlotto (ese día de 2014, curiosamente, en ese mismo escenario se llevaba a cabo un ciclo en memoria de Teatro Abierto). El otro tango elegido para esta presentación fue “Mujer”: “Con sus pañuelos las ves pasar/Madres y Abuelas, Plaza de Mayo/ Son heroínas de un tango/Un tango de guerra y paz”, dicen algunos versos. El cierre estuvo a cargo de Adriana Varela junto a Mizrahi, con “Muñeca brava” y “Malena”. 

“El tango, aunque no sea panfletario, tiene la sutileza de los grandes poetas que hablan desde su paisaje. Hay muchos tangos que bajan línea de manera muy poderosa. Salud y a juntarse porque lo necesitamos mucho, ¿no les parece?”, dijo la artista, y dedicó el último tango de la noche a las abuelas, a las madres y a las nietas recuperadas. También hubo espacio para la danza con tres parejas que dieron un bellísimo espectáculo: Augusto Balizano y Esteban Sabaria, Anahí Carballo y Patricia Lasca, Diana Mestre y Firpo. Después del acto hubo agasajos y una milonga en el hall del teatro, porque la lucha por la identidad y los derechos humanos es, en esencia, alegría.

* Para más información sobre el ciclo visitar la cuenta de Instagram @tangoxlaidentidad.