Durante dos días, estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario de 16 escuelas de La Rioja participaron del Festival de Lecturas. En el Paseo cultural a través de talleres pudieron elegir entre literatura latinoamericana, argentina y riojana para disfrutar de la experiencia de la lectura.
“Fue una experiencia significativa y este festival es pensar a la literatura como una mirada al mundo o poder traducir el mundo en palabras”, dijo a La Rioja/12 Vanesa Navarro, coordinadora del Plan de Lecturas del Ministerio de Educación. Explicó que “cada propuesta fue diseñada no solo para los chicos que nos visitaron sino también para la docencia”. “Hubo materiales, alternativas para trabajar con los libros, una muestra de bibliotecas de educación especial, un rincón con muestras de museos y archivos o de bibliotecas escolares”, comentó Navarro al tiempo que afirmó que en estos encuentros “es necesario contar con mediadores de los libros.
“Cada experiencia con un libro ayuda a descubrir más cosas, despierta la imaginación y la escuela debe ser garantista del derecho a la lectura y formar lectores es una tarea de la escuela”, expresó al ser consultada sobre las experiencias de las infancias con los libros.
“Las prácticas del buen leer la trasmiten las personas adultas y la tecnología no compite con los libros, un libro es pura tecnología y también les mostramos como fue su evolución al largo del tiempo y de la historia”, afirmó y reconoció el trabajo de los talleristas que potenciaron la lectura y sobre todo la riojana. Mencionó en este sentido a Adriana Petrigliano, Cecilia Pagani y Fernando Viano.
“Gracias al Plan de Lecturas que lleva adelante el Ministerio de Educación de la Provincia y en mi rol de "Autor que va a la escuela", tuve la posibilidad de participar en las diferentes instancias propuestas por el equipo, tanto en Capital como en el interior, más específicamente en la localidad de Aimogasta”, contó Fernando Viano a este diario sobre su experiencia. Periodista, escritor y docente relato que “el encuentro con los alumnos constituye a todas luces un ámbito en el que las lecturas enriquecen no solo a partir del intercambio de experiencias e interpretación de los textos, sino también en el intercambio de la amplitud de perspectivas que abre el juego hacia un diálogo que se establece, además, de manera armónica y colaborativa, para dar luego lugar a espacios de creatividad en los que se ponen de manifiesto las miradas, visiones e inquietudes de los adolescentes, a partir del trabajo comprometido de los docentes a la hora de plantear el análisis y la comprensión de los textos”.
Comentó que “no deja de ser un factor clave a destacar el hecho de poder llevar a las aulas a los autores riojanos, lo que proporciona además un componente identitario, al tiempo que establece una cercanía entre escritor y lectores que no suele ser habitual y que aporta a la desmitificación de los primeros, en función de la espontaneidad de los segundos”.
"No me gusta estar sola con mis pensamientos", afirmó una alumna de la Escuela Polivalente de Arte en uno de los encuentros y al hacer referencia a una de las temáticas tratadas. “Precisamente, la soledad, fue uno de los ejes que recorrieron los debates y que, a partir de la propuesta del Plan de Lecturas se pudo ver atenuada en el tender puentes, algo que probablemente no pueda ser dimensionado en su totalidad en este tiempo, pero que a futuro permitirá visualizar con claridad que hubo un punto de partida en la lectura que dejó de ser una instancia individual para convertirse en una construcción colectiva, formadora de sentido y sembradora de futuro”, comentó.