Para el canciller de Venezuela, Carlos Faría, su país está experimentando un "extraordinario desempeño económico" pese a las sanciones estadounidenses. En esta entrevista con Página/12, Faría advierte que el vínculo con Washington es siempre el mismo, ya sea con un gobierno republicano o demócrata que esté de turno. Además sostiene que el presidente Nicolás Maduro está dispuesto a seguir negociando con la "oposición democrática" de cara a los comicios presidenciales de 2024, a los que el gobernante PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) llegaría "con extraordinarias chances".
Faría, Exembajador venezolano en Rusia, acaba de pasar por Argentina para participar de la 23º reunión de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), una cumbre "positiva" en la que "buscamos moderar los impactos de esta crisis de salud sanitaria que vivimos hace poco y las consecuencias del comienzo de la crisis en Europa alrededor de Ucrania". Sobre el avión venezolano que permanece retenido en el aeropuerto de Ezeiza por denuncias de terrorismo, explica que no existió "absolutamente ninguna prueba que pudiera colocar signos de sospecha en nuestra tripulación" y remarca que el vínculo entre los gobiernos venezolano y argentino se mantiene intacto.
- ¿Que balance realiza de esta nueva cumbre de la Celac?
- Concluimos una intensa jornada de trabajo que sostuvimos con una gran hospitalidad del gobierno y el pueblo argentino. Allí básicamente el tema que conversamos fue el manejo de la Celac, cómo van a darse las presidencias pro-tempore, pero por supuesto se tocaron temas como los nuevos retos por los que pasa la región, que tienen que ver con la forma para salir de manera rápida y definitiva de la pandemia que ha afectado tan duramente a las economías del mundo. Se habló mucho del encadenamiento productivo, del desarrollo de cada uno de los sectores de los países de nuestro continente, que se caracterizan por tener reservas en abundancia de materias primas, para dejar de ser productores y convertirnos en fabricantes de materia prima con valor agregado.
- ¿Estamos frente a una segunda oleada de gobiernos progresistas en la región? Acaba de sumarse Lula en Brasil.
- Vemos con mucha esperanza lo que está ocurriendo en el continente. Estamos pasando de gobiernos que han tenido un desempeño muy negativo, primero que nada ante sus pueblos, y en un segundo momento en su relacionamiento con el resto del continente. Recordemos la creación del Grupo de Lima, que se creó con la finalidad política de acabar con el proyecto político que viene llevando adelante nuestro país, el proyecto bolivariano comenzado por el comandante Chávez y continuado por el presidente Maduro. Ya Colombia y su pueblo han decidido que debe llegar un momento distinto, se rompió allí una tendencia de más de 20 años y se instala el primer gobierno progresista desde la creación del Estado colombiano. El domingo el pueblo brasileño se manifestó y se mantuvo la tendencia de tener a ese gran país vecino con un gobierno progresista. Esto también es un triunfo de las luchas populares en América latina.
- ¿Le preocupa el crecimiento de expresiones de extrema derecha en la región? Hace poco sufrimos un violento atentado contra Cristina Fernández de Kirchner.
- Es preocupante, sin embargo nosotros no la hemos catalogado como una tendencia que tenga ya un comportamiento regular. Fuimos uno de los primeros países que nos pronunciamos en solidaridad con Cristina Fernández. Una gran solidaridad y cariño sentimos por la vicepresidenta, y por supuesto sentimos gran preocupación por ese momento que tuvo que vivir. En Brasil vimos durante el gobierno de Bolsonaro una política interna polarizada con varias coyunturas que también requieren análisis muy especiales, pero aún no vemos una tendencia definida en la región.
- El vínculo entre Venezuela y Estados Unidos, ¿sufrió algún cambio con la asunción de Joe Biden?
- Seguimos igual. Las sanciones no se han desmontado. No hay ni siquiera anuncios ni promesas, ni ninguna condición que nos lleve a pensar que los mecanismos sancionatorios y medidas coercitivas contra nuestro país, contra nuestro pueblo y gobierno, se quieran empezar a desarticular. Ha habido un acercamiento que está relacionado con la necesidad que tienen los Estados Unidos para llegar al tema del petróleo, sabemos que el grado de dificultad ha crecido en torno y como consecuencia de la crisis en Ucrania. Pero no hay más que eso.
- ¿El gobierno piensa reactivar el diálogo con la oposición?
- El gobierno de nuestro presidente Maduro nunca se ha negado al diálogo, más bien lo ha buscado de forma permanente. Hay que recordar que hay una oposición que ha subido en Venezuela. Una oposición democrática que tiene presencia en la Asamblea Nacional, tiene presencia en algunas gobernaciones, tiene presencia en algunas alcaldías y es una oposición que optó por no plegarse a lo que sí está realizando otra oposición que nosotros llamamos más extremista, que ha pedido el derrocamiento del gobierno, invasión de nuestro país, eliminación física del presidente Nicolás Maduro, mantener y aumentar el bloqueo. Se trata de una oposición que apostó por destruir a su país y crear condiciones de altísima dificultad para el pueblo.
- ¿Cómo está atravesando Venezuela sus dificultades económicas?
- Hay que recordar años como 2017, 2018 o 2019 donde el acceso a los alimentos y el acceso a los medicamentos en el mercado internacional no se podía lograr, y no teníamos cómo interactuar a través del sistema financiero internacional. Nuestro principal rubro que nos permite los mayores ingresos de divisas, que es el petróleo, igualmente fue bloqueado. El acceso a tecnología, a repuestos y mantenimientos estaban absolutamente bloqueados. Pero a pesar de ello, nuestro gobierno ha anunciado un extraordinario desempeño de la economía, no solo por nuestras autoridades ni por nuestro Banco Central, sino también por las instituciones que se dedican a esos estudios: la Cepal, Bloomberg, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; todos tienen unas proyecciones muy positivas para el crecimiento de nuestra economía.
- ¿Cómo vivió los 133 días en los que la tripulación del avión venezolano estuvo retenida en Buenos Aires?
- Con mucha preocupación y una enorme indignación por haberse activado una justicia en contra de nuestros connacionales y la tripulación iraní, ya que no había absolutamente ninguna prueba que pudiera involucrar o colocar signos de sospecha en nuestra tripulación. Eso se demostró y ya están liberados con sus familias afortunadamente, y estamos esperando que igual ocurra con nuestro avión, que se aplique la verdadera justicia. No hay absolutamente nada que estemos violentando, ese avión pertenece a nuestro pueblo venezolano, a su empresa estatal Conviasa.
- Desde Venezuela hubo mucho enojo con la justicia argentina. ¿Hubo también enojo con el gobierno de Alberto Fernández?
- Nosotros entendimos desde el inicio que esto es un tema de la justicia argentina. Hemos hablado con el gobierno viendo las diferentes posibilidades, pero nuestras principales objeciones fueron contra la justicia. Este episodio no va a perjudicar el vínculo, siguen nuestros presidentes conversando no una vez, sino varias veces por distintos temas.