Con motivo de crear un espacio propicio para menores de edad que acompañan a adultos a visitar a ofensores sexuales, en los penales de Piñero y Las Flores, el Servicio Penitenciario acondicionó salas de usos múltiples para los encuentros. Desde el área hablaron de prevención ya que los chicos tenían que permanecer con muchos otros acusados de ese delito en el espacio anterior. Antes de la feria judicial, el Servicio Público de la Defensa cuestionó la medida "dado que la implementación del protocolo empeoró las condiciones de visita de los internos y sus familiares"; pero, desde el Servicio Penitenciario apuntaron a "priorizar los derechos del niño" y la Justicia les dio la razón.
El espacio diferenciado para visitar a personas acusadas de abuso sexual fue acondicionado y comenzó a funcionar en mayo. En diálogo con este diario, Lucía Masneri, directora de Relaciones Institucionales Penitenciarias, indicó que la disposición funciona tanto en la Unidad N° 11 de Piñero; como en la Nº 2, de Las Flores. En la primera hay 300 ofensores sexuales, de los cuales, entre 10 y 15 reciben visitas de menores que acompañan a los adultos. En tanto, en Las Flores hay 150 presos acusados de abuso, pero solo un puñado es visitado por adultos con niños. "La iniciativa busca brindar un ámbito adecuado para los familiares de reclusos que concurren con chicos a ver a su pariente detenido", detallaron desde el Ministerio de Seguridad.
Como ejemplo, indicaron que casi 300 presos por delitos contra la integridad sexual se encuentran en un mismo módulo de Piñero: el F. En cada pabellón hay hasta 80 internos que reciben la visita en los lugares de alojamiento. Pero solo una decena recibe visitas de parejas que tienen hijos menores y la idea es no exponerlos con el resto de los internos. "Desde el SP se analizó la situación y se decidió trasladar la visita de estos al módulo A para brindar un ambiente más propicio a los menores, alejándolos de los otros detenidos por delitos sexuales", explicaron.
Según destacaron desde el Servicio Penitenciario, la decisión fue cuestionada por la defensa pública a través de un habeas corpus que "buscaba llevar a los niños dentro de los espacios de alojamiento, nuevamente", lanzaron. Fue luego de una recorrida a fines de junio.
Desde la Defensa Pública Penal se indicó que el habeas corpus fue presentado "para que el Servicio Penitenciario cesara el agravamiento arbitrario de las condiciones de detención de la totalidad de las personas sometidas a encierro", en cuatro pabellones de Piñero, luego de que el 14 de junio pasado los integrantes de la defensa realizaran entrevistas con los internos alojados en los pabellones 21, 22, 23 y 24 del módulo F, quienes manifestaron que desde su traslado las autoridades del penal modificaron la metodología de recepción de visitas a través de la un protocolo. Según señalaron, la implementación de ese protocolo generó inconvenientes: "Las requisas a los familiares suelen ser violentas y en el caso de la mujeres se extienden; el traslado masivo de internos de un sector a otro del penal; y muchas de las personas sometidas a encierro pidieron a sus familiares que no lleven a los menores, dado que el SUM no contaba con baños en buen estado". Asimismo, destacaron que el protocolo fue aplicado a la totalidad de la población alojada en los pabellones mencionados. "Allí, conviven presos que no tienen condenas firmes y no sólo están alojados en dichos sectores imputados, procesados o condenados por delitos de índole sexual, sino también por otros delitos".
En la audiencia del 30 de junio, el Servicio Penitenciario planteó su postura y fundamentos sobre la protección del interés superior del niño y el juez Carlos Leiva rechazó el planteo de la defensa y se manifestó a favor de una visita diferenciada que "garantiza la comunicación familiar pero respeta los derechos de los niños, niñas y adolescentes", destacaron. "La ley dice que los derechos de los niños están por encima de los de cualquier adulto. No queremos tener que actuar después de que se cometa un delito y un chico salga afectado", expresó Masneri sobre el contacto que antes existía con muchos más detenidos por ese delito en el pabellón que los reúne.