En la tapa de La mosca y la sopa, el quinto disco de Los Redondos (1991), hay un cerdo con un pescado en la boca pintado, un jubilado de papel maché comiendo de una olla... y un gato, momificado y real, que se agregó casi al final, de manera fortuita. El dato, hasta ahora desconocido, es revelado por Rocambole en Arte, diseño y contracultura, el primero de esta saga de dos libros que acaba de lanzar. 

“Esa tapa la hice con pocos datos previos y cuando terminé el dibujo sentí que le faltaba algo”, asegura Rocambole. “Hasta que, de repente, las noticias daban cuenta de que jubilados estaban comiendo gatos y recordé que días atrás había encontrado uno debajo de una chapa en mi taller, mientras arreglaba el techo taller. Seguramente habría comido una rata envenenada, porque quedó embalsamado. Parecía un cartón perfecto y lo guardé porque pensé que me podía servir para algo”, agrega. “Y así fue: lo pegué al cuadro directamente con poxipol, le saqué una foto... y apareció la tapa que se terminó usando para ese disco”.