Julio Pereyra es diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, vicepresidente 1ro de la Comisión de Asuntos Municipales de la Cámara de Diputados y presidente del PJ de Florencio Varela, localidad de la que fue cinco veces intendente. Presidió la Federación Argentina de Municipios entre 2004 y 2016 y creó la Fundación Internacional para el Desarrollo local en 2017. En el marco de las actividades internacionales que se desarrollaron en Tecnópolis, de las que fue coorganizador, hizo un análisis del rol de los intendentes y su creciente complejidad.
-El intendente de La Matanza Fernando Espinoza dijo que "el viejo modelo del intendente ABL no va más". ¿Cuál es el modelo actual de intendente, qué responsabilidades enfrenta y qué habilidades requiere?
-El primero que nos habló de esto en su momento fue Néstor Kirchner. Nos dijo que la figura del intendente no podía limitarse a la funciones de alumbrado, barrido y limpieza, porque el proyecto nacional requería de nosotros otro nivel de compromiso y participación. Yo ya no soy intendente, pero lo era en ese momento y recuerdo el impacto que me causaron esas palabras. Las políticas nacionales atraviesan el territorio de los municipios, entonces es central que los intendentes se involucren con la salud, la educación, el transporte, el empleo y la producción. Esa mirada implicó un salto cualitativo.
-¿Este fenómeno es nacional o internacional? ¿Tiene particularidades propias en Argentina?
-En toda la región los municipios enfrentan nuevas agendas y nuevas demandas ciudadanas. Ocurre que cada país tiene sus particularidades, derivadas tanto de sus estructuras organizativas y administrativas como de cuestiones geográficas e históricas. Muchos municipios de Brasil, sobre todo cerca de la Amazonia, están trabajando sobre el cambio climático y sus consecuencias. En Chile hay una gran desigualdad, que se expresa en municipios pobres y otros muy ricos. No es lo mismo un distrito rural, urbano o suburbano, pobre o rico, sobrepoblado o despoblado, en un país federal o centralista.
-¿Cómo adquieren los nuevos intendentes esas capacidades? ¿Qué rol juegan instituciones como FAM o FINDEL?
-Uno de los mayores desafíos que enfrenta el municipalismo hoy es la formación específica de cuadros técnicos de gestión. No son tantos los espacios donde se puede formar, por ejemplo, un director de tránsito o un director de bromatología, porque son conocimientos y perfiles muy específicos. Por eso son tan importantes instituciones como la FAM, la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones Municipalistas (FLACMA), la CGLU o la propia FINDEL, entre otras. Allí se comparten experiencias, conocimientos, perspectivas, etc.
-¿En qué líneas trabaja la comisión parlamentaria de asuntos municipales?
-La comisión aborda estas mismas cuestiones. La preside Ingrid Jetter, de Juntos por el Cambio y yo soy vicepresidente 1ro. Creo importante destacar el clima de trabajo que hemos logrado. A pesar de las diferentes posiciones políticas, hay una agenda común. Un bache no tiene partido político, un bache requiere una solución. Los dirigentes debemos ser parte de la solución, nunca del problema. Hace poco nos visitó Avelino Zurro, Secretario de Municipios de la Nación, y nos informó las políticas y recursos que la nación desarrolla.
-¿La visión local permea o alimenta la política provincial o nacional? ¿Cómo es ese ida y vuelta?
-Efectivamente, la visión local permea, pero se trata de una articulación positiva y compleja entre los distintos niveles. Trabajamos en permanente interacción. El congreso de Tecnópolis, que salió muy bien, lo demostró.