Respuestas breves, sin sonrisas. En apenas 14 minutos, Gabriel Heinze se presentó como entrenador de Newell’s. En la conferencia no se transmitió ninguna de las sensaciones que se contagió en el hincha con el anuncio de la vuelta del Gringo. Ni siquiera el presidente Ignacio Astore, de rostro adusto, evidenció satisfacción. “Nunca soñé con estar acá”, aclaró el nuevo entrenador leproso, quitando así todo el encanto que podía rodear el anuncio que hizo el club días atrás. Lejos de declarar pensando en el hincha, Heinze se mostró consustanciado con la tarea pero negó cualquier descripción sobre el juego que quiere ver de su Newell’s, menos aún respondió sobre refuerzos. “Primero tengo que construir un grupo, después el equipo. Y para la competencia aún falta mucho”, se excusó.

Fue presentado en el mismo lugar que Gerardo Martino diez años atrás: en el palco presidencial. La identificación de Heinze con Newell’s no se discute. Volvió en gran nivel como jugador y lo hace ahora como entrenador, ya reconocido como tal. “Un poco estoy acá por lo que siento por este club”, admitió. Heinze quiere entrenar, estar con los jugadores y nada le molesta más que salir de esa zona de trabajo para cumplir con obligaciones. 

Una de ellas es la relación con los directivos, la otra con el periodismo. Su reparo a todo eso que rodea al fútbol profesional pero que lo saca del campo de entrenamiento explica la conferencia de ayer, con Heinze sin ánimo de contar nada del proyecto y tajante en las respuestas: “La decisión de venir no me costó, hay mucho del sentir por este club por lo que estoy acá. La primera vez que me llamaron lo descarté”, enfatizó, en relación a la intención de la anterior Comisión Directiva que estaba al frente de la institución. Hoy el club es otro y las ganas de volver a Newell’s a trabajar nacieron hace tiempo. “La decisión la tomé hace 52 días. Un gran porcentaje de la decisión es lo que uno siente por este club. Pero también hicimos un análisis y eso nos empezó a motivar un poco más. No te voy a mentir. La decisión no me costó porque hay mucho de sentir, aunque no quiero dejar de lado todo lo que hemos analizado. Hubo de todo para tomar la decisión”, abundó.

“Voy a ser el entrenador de Newell’s y eso requiere muchas cosas. Primero hay que construir un grupo, después un equipo. Ser entrenador abarca muchas cosas. Es darle muchas herramientas a los jugadores para que puedan crecer. Esto de crecer no tiene que ver con los chicos o los que puedan venir. Es potenciar las individualidades y llevarlo al plano colectivo”, planteó.

En su relación con el simpatizante, Heinze asume la alegría que contagió en el hincha con su vuelta. Pero se esforzó por no caer en la demagogia, muy propia del fútbol para calar en la empatía del público: “Sé lo que le pasa al hincha conmigo por lo que viví hace muchos años. Solamente le digo que voy a hacer lo mismo que hice es su momento, con pasión y esfuerzo. No creo que tenga que decirle algo más porque nunca me gustó hacerlo. No se va a alejar mucho de lo que hice antes” añadió.

Heinze ya asume funciones en club. Va todos los días al predio de Bella Vista y planea encontrarse con los jugadores el lunes 28 para iniciar una pretemporada de casi dos meses. Su ganas de volver se advierten en la forma que asume la responsabilidad de estar al frente del primer equipo. Pero ante el hincha fue sincero: “Ser técnico de Newell's nunca fue un sueño personal”.