De la libertad de andar por tierras desconocidas; de partir, llegar, crear y dejar todo en ese camino habla y canta Lorena Astudillo en Peregrina, su nuevo disco. El séptimo en su vida artística que, como data singular, participa a quince músicas argentinas en ocho canciones compuestas por ella. “Siento que hay algo atávico en lo colectivo, porque tiene una fuerza inmensa lo que puede hacer un grupo humano de trabajo”, empieza a desandar la cantora, docente y compositora, que presentará el trabajo el mismo día de su edición: este viernes 11 de noviembre a las 21 en Rondeman Abasto (Lavalle 3177).
Entre las participadas antedichas cuentan Ligia Piro, Katie Viqueira, Flor Giammarche, Jacqueline Oroc, Marina Ruiz Matta y Paula Suárez, entre otras cantoras, arregladoras y/o instrumentistas. “La idea es sentirme parte del inmenso grupo de mujeres que venimos andando los caminos de la música. Este disco es, en efecto, un granito de arena en esa dirección, cuyo fin es dar a conocer nuestro hacer, sobre todo en posiciones no tan frecuentes como las de compositoras, productoras, arregladoras, administradoras, e instrumentistas”.
Otra ruta que conduce al centro de Peregrina está señalizada por las influencias de Un cuarto propio, emblemático libro de corte feminista, escrito por la pensadora inglesa Virginia Wolff a fines de la década del veinte del siglo pasado, y de Una guía en el arte de perderse, de la contemporánea escritora estadounidense Rebecca Solnit. “Tomé esta guía como referencia, porque invita a que las mujeres ejerzamos el derecho natural de movernos, de desplazarnos, de andar, de enfrentar los miedos y avanzar, aunque soplen vientos en contra”, detalla Astudillo, también psicóloga, también apóloga del “Cuchi” Leguizamón. “Como suelo componer y tener las mejores ideas caminando, moviéndome, me pareció imprescindible hablar del derecho a desplazarse en libertad, sin especiales peligros ni prejuicios por ser mujeres”.
La libertad de acción femenina es entonces el elemento nodal que conjuga las dos obras tomadas como referencia por la cantora con la muy participativa propuesta de Peregrina. “Se trata de reflexionar sobre nuestra libertad como mujeres que vivimos en un océano de violencia, algo que tiene un impacto enorme en nuestras decisiones, que socavan nuestra confianza y nuestra capacidad de participar en la vida social”, diagnostica Astudillo. “Por eso, creo que queda mucho por hacer, y no solo respecto de las políticas de género, sino también en las casas, en las mentalidades, en los trabajos, en la disparidad de remuneraciones, en la cantidad de tareas no pagas que las mujeres casi por reflejo realizamos en nuestros hogares, que nos quitan fuerza y tiempo para otras cosas vinculadas a los desarrollos profesional, económico y laboral”.
Lo dicho hasta aquí puede
ser bien resumido en las tres canciones que la compositora toma como partes
para contar el todo. Una es la que eligió como corte de difusión: “Candombita”.
“Las otros son 'Peregrina', pieza que me define como persona que anda y como
artista, y 'Te veré en mis sueños', por lo que gravita en términos de
emocionalidad, en el profundo deseo que todos y todas tenemos, vinculado a que en
nuestros sueños aparezcan las personas que amamos, y que ya no están a nuestro
lado”.