Tras el paro en las escuelas de la ciudad, el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dijo que mañana hará a los docentes del distrito “una propuesta igual a la de la provincia” de Buenos Aires “porque la inflación está siendo más alta de lo que estaba previsto”. Los gremios, que estimaron en un 90 por ciento el acatamiento logrado ayer por la medida de fuerza, recibieron con cautela la declaración. “A los gremios no nos presentaron ninguna oferta. Si la oferta es la que dicen Clarín y La Nación, la rechazamos”, señaló el titular de la Unión de Trabajadores de la Educación, Eduardo López.
Como ya sucedió en el conflicto docentes con la gobernadora María Eugenia Vidal, los funcionarios porteños comenzaron a filtrar a los medios los números que supuestamente ofertarán, sin formalizarlos ante los dirigentes gremiales. En este marco, esta semana fue publicado, antes del paro, que a los maestros porteños les propondrían un 21,5 por ciento de aumento. La declaración que hizo Rodríguez Larreta sugirió que están mejorando ese número.
En la provincia de Buenos Aires, el aumento para los sueldos de bolsillo fue del 27 por ciento. El acuerdo, sin embargo, se compuso de un 21,5 por ciento para 2017, más un 2,5 por ciento de recupero por la inflación del año pasado, que sumados dieron un aumento consolidado del 24 por ciento. Como además se pautaron dos sumas fijas, la mejora de bolsillo llegó a los 27 puntos.
Desde los gremios advirtieron que si el “igual” mencionado por el jefe de gobierno porteño aludió al 21,5, la oferta no será aceptada.
El paro fue realizado ayer en unidad por nueve gremios: UTE-Ctera, ADEF, AEP, AMET, Camyp, Sadop, Sedeba, Ademys y UDA.
El secretario gremial de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Norberto Cabana, consideró que con los ingresos que tiene la Ciudad “es imposible entender cómo los funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires sólo mandaron a liquidar un aumento que quedó por debajo de muchas provincias que se encuentran en una situación aún peor”.
“Creo que la educación merece una mayor atención que la que está teniendo hasta ahora. No sólo estamos reclamando por lo salarial, sino que tenemos otros temas por los cuales discutir como condiciones laborales, infraestructura escolar, estabilidad laboral y mejoras en la carrera docente”, marcó Cabana.
Además del no dictado de clases, la protesta incluyó una marcha desde la sede del Ministerio de Educación a la Legislatura porteña, donde leyeron un documento consensuado. Allí plantearon que quieren darles un aumento salarial “por debajo del costo de la vida que expresa el propio Indice de Precios al Consumidor de la Ciudad”. En ese marco, reclamaron políticas activas de estímulo a la docencia para hacer frente a la falta de maestros y profesores que sufre la ciudad, que a pesar de ser el distrito más rico del país no consigue cubrir mil vacantes en sus colegios. El problema se origina en que, debido a los bajos salarios del sector, cada vez hay menos estudiantes en los profesorados. Estudiar para maestro es percibido socialmente como elegir un destino de pobre.
“Estamos sufriendo las consecuencias de haber sido relegados con uno de los aumentos más bajos del país”, agregó sobre el punto López. “Por ahora lo que tenemos que decir es que estamos casi en un 50 por ciento menos que en la Provincia de Buenos Aires”.
En el acto se manifestó además el respaldo de la comunidad educativa a Raquel Papalardo, la rectora del Mariano Acosta separada de su cargo de manera arbitraria por el gobierno porteño.
En la reunión paritaria convocada el jueves también será tema de la agenda los descuentos realizados a quienes adhirieron a los días huelga. Los descuentos tienen un fuerte impacto porque, además del día no trabajado, los maestros dejan de cobrar el presentismo, lo que implica unos mil pesos menos en los sueldos.