Todo comenzó cuando Florencia Arietto, ex asesora de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad y hoy en el armado bonaerense de Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, publicó unos tuits acusando al ex diputado y abogado gremial Héctor Recalde, de promover “la industria del juicio laboral”. También contenía fórmulas como "inflación + industria del juicio + mafia sindical". Tal como publicó este diario, la asociación “Nace un Derecho” la denunció ante el Colegio de Abogados de Lomas de Zamora. Recalde ya fue atacado en 2017 por el entonces presidente Mauricio Macri con el insulto de “jefe de la mafia”, que estaría compuesta por abogados laboralistas y jueces y juezas laborales, casualmente luego de que un fallo validó un acuerdo salarial de los bancarios.
--¿Es habitual que una colega, incluso siendo adversaria política, llegue a ese nivel de agresión?
--La derecha, porque de ellos estamos hablando, ha entrado en una dinámica que lleva a sus dirigentes a competir entre sí por ver quién es más duro, más violento. Las declaraciones de Florencia Arietto son un ejemplo de ésto. Supongo que apuestan a blindar su núcleo duro y que lo hacen para su propia tribuna. Pero es una falta de respeto. Y como tal es inadmisible.
--¿Cuál es la reacción de las asociaciones que agrupan a los abogados?
--La Asociación de Abogados Laboralistas y el Foro de Abogados de Organizaciones Sindicales ya tienen agendadas reuniones para abordar esta cuestión.
--¿Y la CGT?
--Desconozco qué piensa la conducción de la CGT. Muchos gremios ya se han pronunciado de manera individual, especialmente los que integran la Corriente Federal.
--Usted dijo que suponía que Arietto apuesta a blindar el núcleo duro del PRO. ¿Por qué lo supone?
--Ese tipo de maniobra intenta crear en la opinión pública un clima propicio para sus proyectos antisindicales. Hoy hay 5 o 6 proyectos antisindicales con estado parlamentario. Por ejemplo uno que pretende limitar a los dirigentes a un único mandato y otro que pretende forzarlos a dejar pasar un mandato antes de volver. Distintas formas de atentar contra la democracia sindical. Su sueño es un mundo sin sindicatos ni sindicalistas. El otro objetivo es derogar las indemnizaciones por despido, reemplazandolas por una especie de fondo compensador, como el que tiene la UOCRA. El impulsor de este fondo, que llaman “Mochila argentina”, y al que aportarían los propios trabajadores, es un empresario textil, Teddy Karagozian, con quien he polemizado en varias ocasiones.
-¿Existe la industria del juicio laboral?
--La industria del juicio es una de esas muletillas que tan bien se instalan en la opinión pública. El 37 por ciento de nuestra fuerza laboral sufre condiciones de informalidad, e ilegalidad. Cada uno de ellos es un potencial denunciante. Sin embargo, en 2020 hubo tan solo 17 mil juicios por desempleo y menos de 8 mil por accidentes de trabajo. En 2021, las cifras fueron de 27 mil por despidos y 17 mil por accidentes de trabajo. Si se toma como base el universo total el 37 por ciento que mencioné recién, en términos porcentuales, es mínimo.Si existe una industria del juicio, está por quebrar.
--¿Por qué es mínimo?
--Por miedo. El que tiene un empleo y a quien le vulneran sus derechos evita denunciar por miedo al despido o a represalias. El que pierde el trabajo muchas veces tampoco denuncia, porque sabe que si lo hace el empleador anterior dará malas referencias a los posibles empleadores de mañana. La relación entre empleador y trabajador es por naturaleza desigual. Por eso la defensa debe ser colectiva. Un mundo sin sindicatos es un mundo de trabajadores aislados, indefensos y asustados.