Luego de semanas de cruces, amenazas viralizadas e internismo furioso, Juntos por el Cambio dedicó el martes a buscar algún tipo de pacificación interna. Fue un proceso de apaciguamiento que se dividió en dos actos. El primero, por la mañana, se organizó alrededor de un desayuno encabezado por Mauricio Macri para toda la tropa PRO con el objetivo de forzar una tregua entre les precandidates que ya se lanzaron a la carrera presidencial. Cristian Ritondo se encargó de oficializar los nombres y, en el proceso, le bajó la candidatura al propio Macri: "Los candidatos hoy son Bullrich, Vidal y Larreta", afirmó, finalizado el encuentro en un hotel del centro porteño. Luego, aplacados los humores de los halcones y palomas macristas, la mesa nacional de Juntos por el Cambio decidió volver a reunirse virtualmente por la tarde. Era la primera vez que todas las patas de la coalición opositora coincidían en zoom desde marzo y el encuentro logró realizarse en paz, sin vasos voladores. Pendientes de la propia interna que atraviesa el Frente de Todos, les dirigentes aprovecharon para bajar línea de unidad de cara al 2023 y celebrar el fallo de la Corte Suprema que, como si fuera a la carta, les garantizó un lugar más en el Consejo de la Magistratura.
Desayuno PRO en el NH Hotel
Les principales referentes del PRO se reunieron a las 8 de la mañana en un hotel ubicado a metros de Casa Rosada. El objetivo era calmar las aguas luego del affaire "la próxima te rompo la cara" de Patricia Bullrich contra el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, cuyas réplicas continuaban haciendo temblar el bloque opositor. Nadie quiso faltar: estuvo Mauricio Macri, que ofició de ordenador, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Humberto Schiavoni, Federico Pinedo y la propia Bullrich, protagonista del video que desató el terremoto interno. La referencia al "incidente" fue escueta, casi tácita. "Todos se dieron cuenta que era una cagada y que no le sumaba a nadie, solo restaba", afirmó uno de los participantes, buscando dar por zanjado el tema. Se decidió establecer, en cambio, un "mecanismo de coordinación entre los precandidatos del PRO que evite tensiones innecesarias".
Este mecanismo, que fue anunciado en un breve comunicado, tendrá como objetivo evitar que las peleas internas no escalen públicamente al nivel de lo que ocurrió con el video filtrado de Bullrich y Miguel. "La idea es establecer un sistema de alerta temprana", explicó un referente macrista, dando a entender que si bien resultaba imposible pretender que la presidenta del PRO y el jefe de Gobierno porteño no se atacasen de vez en cuando, al menos había que intentar reducir los daños. Se acordó que se dejaría en manos de los jefes de campaña - Gerardo Milman, en el caso de Bullrich, y Federico Straface, en el caso de Larreta - un mecanismo de coordinación política que encapsulara cualquier tipo de crisis potencial antes de que esta pudiera explotar. "Si con el video hubiéramos tenido un mecanismo así el tema hubiera desaparecido", ejemplificó un dirigente que participó del desayuno.
Si bien el eje del encuentro pasó por buscar un mecanismo para ordenar la interna Bullrich-Larreta, Ritondo se encargó de oficializar tres - no dos - candidaturas del PRO de cara al 2023: Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y, además, María Eugenia Vidal. Afuera quedó, mientras tanto, el nombre de Mauricio Macri. "Macri nunca dijo que lo quería ser", matizó, luego, el propio Ritondo, a la salida de la cumbre. Sin embargo, en medio de las especulaciones sobre el rol que el ex presidente tendrá en el armado electoral, las declaraciones del jefe del bloque PRO de Diputados llamaron la atención. "Él no bajó ninguna candidatura, ¿cómo va a bajar a Mauricio? Se refirió a quienes son los que hoy ya dicen que son candidatos, si hubiera llegado a decir que Mauricio era candidato lo llamaba para putearlo", le bajaron el tono, después, cerca de Ritondo. "Lo bajó a Macri y la subió falsamente a María Eugenia. El mecanismo que se estableció fue con Horacio y Patricia. No con ella. Fue una picardía", deslizó, irónico, otro dirigente macrista.
Por fuera de la interna, gran parte de la discusión pasó por la necesidad de unificar posturas en el Congreso - JxC viene mostrando varias fracturas internas en las votaciones de las últimas sesiones - y de establecer un mecanismo de internas para las provincias que suspendieron las PASO provinciales. La eliminación de las primarias nacionales - la única herramienta que puede garantizar que la coalición opositora no se despedace en una competencia por el liderazgo - tienen en estado de alerta a todo JxC hace meses. Por este motivo, cada vez que tienen la oportunidad, dirigentes cambiemitas - incluso aquellos que en el pasado se habían pronunciado en contra de las PASO - advierten sobre el peligro de suspenderlas, especialmente luego de que un bloque aliado al FdT presentara un proyecto en la Cámara de Diputados.
"Hubo buenas vibras. Creo que finalmente se entendió que vamos a ganar y que no podemos ser boludos", resumió uno de los participantes.
Zoom cambiemita
Varias horas después, pasadas las 6 de la tarde, los principales dirigentes de Juntos por el Cambio coordinaron para verse las caras por zoom. Era la primera vez que lo hacían desde marzo, cuando discutieron fuertemente respecto a la posibilidad de aliarse o no con Javier Milei (postura defendida por Bullrich y duramente cuestionada por el radicalismo y la Coalición Cívica). Estuvieron presentes, por el PRO, Macri, Larreta - que llegó tarde -, Ritondo, Vidal y Bullrich; por el radicalismo, Mario Negri, Martín Lousteau, Luis Naidenoff y Alfredo Cornejo; por la CC, Maximiliano Ferraro. Estuvieron también Miguel Ángel Pichetto y los gobernadores radicales.
En esta ocasión, solucionada de antemano la pelea PRO, no hubo grandes cruces o recriminaciones. Gran parte del encuentro versó, nuevamente, sobre la situación en las provincias donde no hay PASO y la coyuntura política y económica. Hubo mención especial al fallo de la Corte Suprema que le quitó la banca en el Consejo de la Magistratura a Martín Doñate (FdT) para dársela a Luis Juez (JxC). El clima, a diferencia de otras ocasiones, fue más bien distendido y controlado. "Todo muy polite", sintetizó un dirigente cambiemita.
"Se ratificó el compromiso con la cohesión y la coherencia que el espacio viene exhibiendo desde su conformación, más allá de las legítimas diferencias lógicas de una coalición de partidos políticos", sostuvo el comunicado que se publicó luego del encuentro. La lógica, fue la misma que en la cumbre PRO: "Estamos ganando, no metamos la pata".