Cuatro veteranos de Malvinas acompañaron a un grupo de investigadores en un trabajo arqueológico de tres días para la excavación del campo donde ocurrió la batalla de Pavón, en la localidad de Rueda, Santa Fe, con el fin de sumar su experiencia a la disciplina y generar un aporte para su bienestar emocional.

El programa llamado “Veteranos de Guerra, Arqueología y Salud Mental” contó con la participación de un equipo multidisciplinario conformado por los doctores en arqueología Juan Leoni quien, y Diana Tamburini, referentes del Centro de Estudios de Arqueología y Antropología del Conflicto (CEAAC) dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), su colega Carlos Landa y el historiador Sebastián Ávila, investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Equipo de Arqueología Memorias de Malvinas (EAMM), y profesionales de la salud mental

Los involucrados definieron espacios destinados a una exploración por medio de detectores de metales, para ubicar materiales de la batalla donde se desarrolló la batalla de Pavón, que enfrentó

a las fuerzas porteñas comandadas por Bartolomé Mitre con el ejército de la Confederación que lideraba Justo José de Urquiza.

El grupo de trabajo desarrolló su tarea junto a los veteranos Gustavo Pedemonte, Fabián Abraham, Silvio Katz y Jorge Soto, sobre los campos de la Estancia Los Naranjos.

“Realizar esta práctica arqueológica llevó adelante una logística y trabajo en equipo previo a la participación directa de los veteranos. Hubo muchas voluntades que permitieron realizar la experiencia”, explicó Tamburini al Suplemento Universidad.

En el proceso arqueológico, el equipo que integraron los veteranos encontró 70 balas esféricas, 2 balas ojivales de fusil, 1 metralla, 1 estopín de artillería, 7 hebillas, 8 partes de diversas armas de fuego, 1 parte de arma blanca, 17 fragmentos de ollas de fundición, decenas de clavos de sección cuadrangular y metales no identificados.

“Los veteranos estaban entusiasmados y con ganas de trabajar, si bien eran jornadas largas que requieren de esfuerzo, siempre se mostraron predispuestos. Trabajamos cómodamente y codo a codo”, comentó Tamburini.

La arqueóloga destacó que es “la primera experiencia que se realiza en Latinoamérica”. “Los veteranos estaban muy agradecidos de ser partícipes de la experiencia, se divertían, hacían bromas entre ellos y con nosotros”, celebró.

El historiador Ávila, por su parte, consideró que la experiencia fue “muy buena” con “una dinámica de grupo poderosa”. “Los veteranos en todo momento y sobre todo al final, compartieron lo bien que se sintieron de colaborar como actores históricos valorados. Se han sentido como adolescentes, felices y vivos. Es una actividad científica, lúdica y terapéutica, que permite también hacer un aporte a la historia, porque ayuda a que se sepa más de esa batalla”, desarrolló.

Ávila coincidió con su colega respecto al futuro alentador de este tipo de iniciativas: “Tenemos varias invitaciones para participar de otras campañas, pero por ahora no determinamos cuando será la próxima. Los objetivos fueron más que logrados”.

La iniciativa fue organizada tanto por los equipos del CEAAC y el EAMM, como por el grupo de Estudios de Arqueología Histórica de Frontera (GEAHF) y el Centro de Salud Mental Veteranos de Malvinas del Estado Mayor Conjunto de las FFAA. Contó, además, con el apoyo del jefe comunal de Rueda, Pablo Risso, y de la familia Rueda, dueña de la estancia Los Naranjos.