Twitter comenzó a implementar, y luego eliminó casi de inmediato, una nueva etiqueta gris "Oficial" para algunas cuentas de alto perfil, en el marco de la reestructura de la plataforma tras la compra por parte del multimillonario Elon Musk.
"La acabo de eliminar", tuiteó Musk pocas horas después de que se agregara la nueva etiqueta a cuentas del gobierno, así como de grandes empresas y medios de comunicación. "Tengan en cuenta que Twitter hará muchas cosas tontas en los próximos meses. Mantendremos lo que funciona y cambiaremos lo que no", agregó el hombre más rico del mundo para explicar la marcha atrás de la medida.
Este repentino cambio provocará un mayor escrutinio de los planes de Musk para Twitter una semana después del despido de miles de trabajadores y de una caída masiva en el gasto de los anunciantes, que desconfían del rumbo que tomará la red social.
La fallida implementación de "Oficial" se produjo antes de la anunciada introducción de un modelo de suscripción renovado en el que la famosa marca azul del sitio, que certifica la autenticidad de una cuenta, estaría disponible por una tarifa de 7,99 dólares.
La insignia azul fue hasta ahora la marca de verificación de una cuenta, pero surgieron dudas sobre si figuras públicas o medios de comunicación pagarían por ella. La nueva etiqueta "Oficial" era vista por como una solución para resolver ese problema.
La implementación de la nueva etiqueta "Oficial" comenzó este miércoles y estuvo en las cuentas de empresas como Apple o BMW y de entidades públicas como la Casa Blanca, así como de grandes medios de comunicación. También fueron oficializadas por Twitter las cuentas de la agencia de noticias AFP en francés, inglés y español, así como las de la congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez, el papa Francisco y el rapero Kanye West. Pero la nueva etiqueta duró solo unas horas.
Musk, que completó su compra de Twitter por 44.000 millones de dólares hace dos semanas, no tuvo la mención "Oficial" en su cuenta, seguida por más de 115 millones de usuarios.
El magnate, también jefe de SpaceX y Tesla, tomó el control de Twitter después de una prolongada batalla legal. El martes se supo que vendió 4000 millones de dólares en acciones de Tesla para ayudar a pagar el acuerdo de Twitter, en el que asumió una deuda de miles de millones de dólares.
La idea de la suscripción de 7,99 dólares se considera una forma de superar la pérdida de anunciantes desde que Musk se hizo cargo de la empresa. La semana pasada, Twitter despidió a la mitad de sus 7500 empleados, una medida que Musk dijo que era necesaria ya que la empresa perdía cuatro millones de dólares al día.