La Mesa de Derechos Humanos de Salta aseguró que "embates negacionistas ponen trabas al tratamiento del proyecto" de Ley de Memoria, Verdad y Justicia.
La Mesa emitió un comunicado luego de que el martes último la Cámara de Diputados de Salta no tratara, como estaba previsto, este proyecto de ley que busca crear espacios para preservar la información de la historia reciente referida a las violaciones a los derechos humanos cometidas por la represión ilegal estatal.
Antes de la última sesión la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Laura Cartuccia (Salta Tiene Futuro), se reunió con integrantes del Centro de Estudios en Historia, Política y Derechos Humanos (CES), organización que reivindica el terrorismo estatal y califica de persecución a las investigaciones sobre los crímenes cometidos en la represión ilegal.
Horas antes de la sesión, la diputada oficialista publicó en sus redes sociales que se había reunido con Mario Cabanillas y Mauricio Ortín. En el mismo posteo expresó que al proyecto de Ley de Memoria "hay que trabajarlo más y conocer en profundidad varios temas antes de crear una comisión (en referencia a la Comisión Provincial de la Memoria, que se propone crear en la iniciativa). Hay que dejar de mirar hacia atrás y empezar a mirar para adelante, sin olvidar la historia negra de nuestro país al que jamás debemos volver", aseguró la legisladora.
El 24 de octubre había mantenido un encuentro con las integrantes de la Mesa de Derechos Humanos, que impulsan el proyecto, donde se comprometió -junto al resto de legisladores que integran la Comisión- "a emitir el dictamen correspondiente para garantizar el tratamiento de la Ley de Memoria". Ante el no tratamiento del proyecto, la Mesa manifestó por escrito que Cartuccia "no cumplió su palabra y, por el contrario, recibió a quienes reivindican y fueron parte de la dictadura".
Cabanillas es el actual presidente del Centro de Estudios, antes lo fue Alejandro Patrón Costas (h); mientras que Ortín, es un historiador y columnista que califica al comunismo de "lacra inmunda". En ese sentido, la Mesa aseguró que la diputada se convirtió en el "alfil de los negacionistas del terrorismo de Estado, que pretenden con esa maniobra evitar que se trate en el recinto" el proyecto de los organismos de DDHH. La Mesa recordó que si existe desacuerdo entre los integrantes de la Comisión, se puede emitir un dictamen en disidencia "y someter el proyecto a un debate democrático con las y los demás diputados".
El proyecto de Ley de Memoria obtuvo estado parlamentario el 27 de septiembre, y casi un mes después el Centro de Estudios envió una nota al presidente de la Cámara de Diputados de Salta, Esteban Amat, manifestando su oposición a la iniciativa legislativa. El escrito, prácticamente cuestiona todo del proyecto.
Hasta afirma que su título “es inconveniente”, con el argumento de que el término memoria alude necesariamente al recuerdo de un grupo de personas que comparten una determinada visión sobre hechos históricos que los afectan particularmente. El denominado Centro de Estudios sostuvo asimismo que existen otras “memorias” que también “tendrían el derecho de contar su ‘verdad’, pero el proyecto de ley no contempla esa posibilidad”.
Los organismos de Derechos Humanos que componen la Mesa, expresaron que su lucha "es por la democracia y la memoria", lo que implica también, "luchar contra dictadores, genocidas, negacionistas". Y afirmaron que seguirán insistiendo y el proyecto "será Ley pese a los nostálgicos de la dictadura que, como Cartuccia suscribe, 'quieren dejar de mirar atrás', sabemos por dolores propios que la impunidad y el olvido son los cimientos de los crímenes de Lesa Humanidad del futuro", añadieron.
Adelantaron que seguirán trabajando y buscando consenso con todas y todos los diputados que integran la Cámara, ya que entienden que la democracia y los derechos humanos deben ser un acuerdo político que siente las bases para una sociedad libre y digna.
Por su parte, el autor del proyecto, el legislador David Leiva (Memoria y Movilización), dijo en Radio Nacional Salta, que la convocatoria que hizo Cartuccia a los representantes del Centro de Estudios "va en contra a todo lo que plantea el proyecto". Dio a conocer que la diputada lo invitó de manera informal a "contraponer su idea" en ese mismo encuentro, pero aclaró que la defensa del proyecto se realizó el 24 de octubre pasado.
Consideró que mantener una reunión con los integrantes del Centro era dar lugar a "discusiones que ya no son válidas porque son cosas juzgadas", e invitó a estudiar el proyecto.
Repudio y contestación
También se expresaron los ex integrantes de la Comisión de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Salta, Judith Franco, Raúl Seggiario, Alfredo Pais y Raquel Adet, que llevaron a cabo la investigación de las violaciones a los derechos humanos ocurridas en la institución durante el terrorismo de Estado. En un escrito repudiaron los dichos de Cartuccia y afirmaron que, con su acccionar, "frenó el tratamiento del proyecto".
Insistieron en que los dichos de la diputada sobre que "hay que dejar de mirar para atrás", no hacen más que convertirse en un freno para el tratamiento de la iniciativa en el recinto. En tal sentido, cuestionaron que la legisladora por Capital presida la Comisión de Derechos Humanos y, en paralelo, reciba a "represores y negacionistas". Sobre todo, en un contexto social en el que avanzan los discursos de odio "que pretenden negar el terrorismo de Estado, naturalizar los crímenes de lesa humanidad y borrar la historia y la memoria".
Por ello, consideraron que Cartuccia está trabajando para el movimiento negacionista y que "no está capacitada para detentar el cargo que ocupa".
Por su parte, la diputada utilizó sus redes sociales para cuestionar el comunicado y, enunciando a cada uno de los firmantes, dijo que era positivo que "cada uno puede opinar lo que quiera, pero de allí a adjudicar cosas y extraer conjeturas de la nada hay un largo trecho". Y pidió que "describan y detallen cuál fue mi accionar con el que frené el tratamiento del proyecto de Ley de la Memoria".
Casi en tono de amenaza, les dijo que mencionen con nombre y apellido cuáles son los represores y negacionistas que recibió en la Comisión de Derechos Humanos de Diputados y que, además, presenten documentación respaldatoria de esa afirmación. También les preguntó "de qué forma se accionó para frenar la Ley de Memoria" y "dónde queda claro que trabajo para el Movimiento Negacionista".
Al poco tiempo de que Cartuccia emitiera su contestación, se conoció una nueva declaración del Centro de Estudios sobre el proyecto de Ley de Memoria, bajo el título "Los negacionistas de la izquierda ante un freno".
Según este Centro, que reivindica acciones de violencia y rechaza el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad, lo que se pretende con esta iniciativa legislativa es multiplicar "el curro de los derechos humanos", a partir de la "creación de organismos, estructuras, cargos y partidas presupuestarias, sin tener que rendir cuentas a nadie". También, dieron por cerrada la discusión sobre la Ley de Memoria al asegurar que "no prosperó".
Y salió en defensa de Cartuccia, de quien afirma el comunicado que "quedó ayer (por el miércoles) en el ojo de la tormenta y debió soportar una lluvia de críticas. Y todo porque, el proyecto en cuestión no se trató por falta de quórum". "A Cartuccia no se le perdona que haya invitado a conversar a dos miembros de nuestro Centro de Estudios Salta (CES) para conocer de primera mano las severas objeciones que habíamos planteado por carta", agregó.
E insistió en su discurso negacionista afirmando que ex detenidos políticos y familiares de personas víctimas del terrorismo hacen "falsificaciones del pasado", de las que "una parte de la sociedad ya se cansó". Como es estrategia de esta organización, trató de dar vuelta el discurso: según el Centro de Estudios salteño, existe un "negacionismo de la izquierda" que "no quiere que le recuerden sus crímenes, atentados explosivos y secuestros". Y, otra vez, llamó "guerra" al plan sistemático de eliminación de personas montado por el régimen militar.