El corresponsal de PáginaI12 en Brasil explicó en diálogo con AM750 que el expresidente Lula Da Silva no estará inhabilitado de participar en las elecciones del próximo año hasta que la Cámara de Apelaciones de Porto Alegre confirme la condena dictada hoy por el juez de primera instancia de Curitiba, Sergio Moro. Pignotti calificó la noticia como "un terremoto de 6 grados que estremeció el país" y advirtió que "estamos ante una decisión jurídica que es mucho más política que legal".

El corresponsal de PáginaI12 recordó que, en los últimos sondeos de consultoras privadas, "Lula sería electo incluso en primera vuelta" y también indicó que Moro "es el principal líder conservador brasileño y, en las especulaciones, un eventual candidato presidencial con alta intención de voto".

Respecto de la continuidad de la causa en la Cámara de Apelaciones de Porto Alegre, Pignotti recordó que hace 15 días, ese tribunal absolvió al extesorero del Partido de los Trabajadores, al considerar que la condena fijada también por Moro estaba basada exclusivamente en la delación premiada de quien buscaba atenuar su condena y "esta denuncia contra Lula también tiene como principal vector acusatorio la delación premiada".

 

"Según juristas, que empiezan a ser mayoría, no es posible sostener una condena sólo en una delación premiada. Más cuando los reos sabe que el premio con que Moro recompensa a los delatores es si incluyen en su delación a Lula. Es decir, Lula se ha convertido en el gran trofeo. Es una suma de factores parajudiciales en una escenario político convulsionado", analizó.   

Pignotti también indicó que a diferencia de la acusación que pesa contra el presidente en funciones Michel Temer, en el caso de Lula no hay pruebas materiales que prueben el soborno. Además, consideró que hay "incongruencias" en la denuncia del fiscal contra Lula, ya que lo señala como "el máximo comandante de la red de corrupción montada en Petrobras" por un supuesto soborno de 800 mil dólares, cuando "la semana pasada uno de los gerentes de Petrobras que aceptó delatar y devolver el dinero recibido, regresó 80 millones de reales".