Axel Kicillof encabezó este viernes la apertura del Congreso de Energía que se desarrolla en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Allí, en una exposición en la que destacó la decisión estratégica de haber recuperado YPF, el gobernador señaló que el modelo de inclusión que el país necesita llevar adelante debe contemplar “una soberanía energética puesta al servicio de la industria y el bienestar de los argentinos”.

Bajo el lema “Una política energética para el proyecto nacional y popular”, el Congreso propone un debate que promueva el intercambio para la construcción de un nuevo modelo energético argentino, soberano e inclusivo, a la vez que pretende establecer los lineamientos generales y las estrategias de la política y planificación energética desde el campo popular.

“La decisión política de recuperar YPF fue la que nos brinda hoy la posibilidad de contar nuevamente con capacidades puestas al servicio de la producción de energía nacional, sentando las bases para poder proyectar un fuerte crecimiento con industrialización y distribución de la riqueza”, sostuvo Kicillof y resaltó: “No hay posibilidad de desarrollar a la Argentina si no es con soberanía energética”.

“El mayor de los despilfarros parece ser no sacar el petróleo y el gas que tenemos, pero hay otro, que está en el mismo nivel, que es sacarlo y mandarlo al exterior sin hacerlo jugar a favor del desarrollo nacional”, advirtió luego de realizar un recorrido histórico por las políticas energéticas implementadas a lo largo de la historia y poner en valor las ventajas que el país reconquistó con la nacionalización de la petrolera estatal.

“Cuando dicen ‘Argentina tiene lo que el mundo necesita’, yo tiemblo”, dijo al advertir sobre la posibilidad de un modelo en el que el patrimonio energético se vuelva a utilizar para un proyecto de primarización de la economía que desplace la chance de destinar esos recursos al desarrollo nacional. “No se trata sólo de que YPF extraiga, sino que el debate es hacia donde se vuelcan esos recursos”. “Argentina tiene lo que necesitamos los argentinos y esa es la discusión que tenemos que dar”.

En el panel de apertura del Congreso participaron también la vicepresidenta institucional de la UNLP, Andrea Varela; el decano de la casa de estudios, Marcos Actis; el presidente del Centro de Estudios para la Promoción de la Igualdad y la Solidaridad (CEPIS), Mariano Lovelli; y el secretario general de la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE), Carlos Minucci.

Autoreferenciándose como mandatario de una provincia “que está pronta a encontrar petróleo”, Kicillof cuestionó la política que provincializar la propiedad de los recursos energéticos y se expresó a favor de volver a nacionalizarla y generar una fuerte unión de las provincias productoras y el Gobierno nacional.

“Debe haber regalías provinciales sin avanzar en la propiedad provincial del recurso”, dijo al considerar que “si la discusión la termina dando una administración subnacional que tiene una correlación de poder muy baja con respecto a los grandes actores internacionales que concentran el negocio energético, esa asimetría genera problemas en las negociaciones por el uso de los recursos”. “Creo que las provincias deberían tener mayor participación en los beneficios, pero la discusión debe darse a escala nacional”, afirmó.

Para Kicillof, gran parte de la historia de la industrialización argentina se debe a la existencia de recursos energéticos que se volcaron en pos de su desarrollo. En “tener petróleo y usarlos de determinada manera”. “Si el petróleo que tenés, se exporta y las divisas quedan afuera, en términos prácticos es lo mismo que ser un país sin petróleo. Lo único que cambia es que hay más actividad extractiva en las zonas en las que hay petróleo, pero no mucho más”, explicó.

“Tener un recurso energético no asegura el desarrollo, hay que utilizarlo para fines específicos que vayan en la dirección adecuada”, señaló a la vez que advirtió sobre la necesidad de comercializar los hidrocarburos a costo argentino. “Los precios internos no pueden comercializarse a precio internacional porque, en ese caso, es lo mismo tener el recurso que no tenerlo. Hay que usar el petróleo para el desarrollo nacional es vender la fuente de energía argentina a costo argentino. Esa es la discusión que cruza el debate a lo largo de toda la historia”, detalló.

En ese plan, en modo autocrítico, el gobernador bonaerense advirtió sobre la necesidad de “salir a dar una discusión en la que hoy el proyecto nacional y popular viene perdiendo por goleada”. Haciendo referencia al rol de los medios y la reproducción de ideas ligadas al neoliberalismo, instó a trabajar en pos de “un debate complejo, que lleva su tiempo y no entra en un tuit”.

Destacando un contexto internacional en la que la guerra generó una crisis energética a escala global, Kicillof definió a las decisiones en la materia como “determinante para el costo de vida”. En esa dirección, presentó la ecuación de un modo didáctico: “Si se utilizan los recursos energéticos nacionales para fomentar el desarrollo industrial, se genera una mayor competitividad para la industria nacional, y eso termina repercutiendo en un mejora en los ingresos. Hasta para la teoría más ortodoxa, mejorar la productividad genera una mejora en los salarios”, definió.

Minutos antes, Andrea Varela había advertido sobre la existencia de “dos modelos energéticos: uno que está al servicio de los mercados y de los capitales concentrados, y otro que considera a la energía como un derecho de los pueblos y como un servicio esencial básico que permite hacer más digna la vida de nuestra gente”.

En esa línea, sobre el final de su exposición, el gobernador fue determinante: “Si nuestro desarrollo nacional va a depender de lo que decidan cinco jeques árabes que se juntan a definir los costos que después van a impactar en tu hornalla, no tendremos ni soberanía, ni independencia, ni modelo de desarrollo. Necesitamos que la Argentina tenga su energía y que la usa para beneficio de los argentinos”.