El Gobernador Miguel Lifschitz anunció la presentación de un nuevo proyecto de Ley de Paridad. En el marco de la campaña electoral, presentó un proyecto similar al que hace semanas perdió estado parlamentario en la legislatura provincial, que era acompañado por Mujeres por la Paridad, un amplio arco de mujeres de distintos partidos (inclusive del partido del Gobernador), y que habiendo sido aprobado por diputados provinciales, no obtuvo la media sanción del Senado para convertirse en ley. Si tan importante es la participación de las mujeres para el gobernador, ¿por qué sus senadores no impulsaron su debate y sanción?, ¿por qué las listas de su partido no son paritarias?, ¿Por qué este anuncio en plena campaña electoral?
El Gobernador buscó justificar la composición de sus listas ‑que no cumplen la paridad‑ argumentando que "es un tema que nosotros venimos proponiendo desde nuestros planteos. Asumimos el compromiso de poder cumplirlo cuando la Ley se apruebe".
En cambio, desde nuestro espacio demostramos el compromiso genuino con este debate conformando nuestras listas de forma paritaria aún cuando ésta no sea ley por mezquindades del oficialismo y otros bloques.
Ante la pregunta sobre si el proyecto fue consultado con las mujeres que vienen impulsando la iniciativa, Lifschitz respondió que "este es un primer borrador que vamos a poner a consideración de los partidos políticos con representación parlamentaria. Y se les va a hacer llegar a otras instituciones". Resulta curioso, y bastante contradictorio, que impulsen el debate de la inclusión paritaria de las mujeres dejando afuera a quienes venimos impulsamos la paridad. Saludamos el interés de muchos partidos por la agenda del movimiento de mujeres. Pero no nos subestimen. Sabemos quiénes estamos todo el año y quiénes se acuerdan de nosotras solo cuando nos necesitan. Cuando decimos que sin mujeres no hay democracia, nos referimos a que tenemos el derecho de decidir sobre las políticas. Y sobretodo si son políticas que tratan sobre nosotras.
