Desde el 13 de octubre hasta el 5 de marzo, el Centro Cultural Kirchner realiza la primera exposición retrospectiva "Maitena. Las mujeres de mi vida", sobre el trabajo de Maitena Burundarena.
En AM750, la artista repasó su extensa carrera, sus inicios, contó cómo fue escribir su novela Rumble (2011) y se refirió al movimiento feminista argentino.
"Empecé a militar con el Ni Una Menos y ahí me encontré con las pibas que me decían 'vos me hiciste feminista', 'fuiste mi primera ESI'. Lo digo y me vuelvo a emocionar, yo no me había dado cuenta de que había pasado algo tan importante con mi trabajo", reveló la autora de Superadas (2002).
"Empecé a trabajar porque quedé embarazada a los 17 años y en mi casa me querían matar. No sabía hacer nada y salí a buscar trabajo. Como dibujaba con un poquito de gracia me consiguieron trabajo en un departamento de arte de un suplemento, donde me abrí paso", contó Burundarena, sobre los inicios de su carrera, en Aquí, Allá y en Todas Partes.
La historietista recordó que logró publicar su primer dibujo "porque quedó un agujerito en el suplemento" y ella propuso agregar su trabajo: "Quedó lindo, les gustó y rápidamente entendí que eso era un oficio y me lo tomé en serio".
Además, la autora de Mujeres alteradas (2019) explicó por qué abandonó el oficio: "Llegué a publicar en 30 países y en 12 idiomas distintos. Es apabullante, sobre todo porque no me gusta trabajar", dijo, entre risas.
Y agregó: "Ahora mirando la muestra ("Maitena. Las mujeres de mi vida" en el CCK) pienso que era una locura lo que hacía, por eso me cansé. Debería haber bajado un cambio".
Por otra parte, se refirió a la ola verde argentina y su relación con el feminismo: "Empecé a militar con el Ni Una Menos y ahí me encontré con las pibas que me decían 'vos me hiciste feminista', 'fuiste mi primera ESI'. Lo digo y me vuelvo a emocionar, yo no me había dado cuenta de que había pasado algo tan importante con mi trabajo".
Por último, repasó el proceso de escritura de su novela Rumble (2011), que reconstruye la historia de su madre y su familia: "Ya la estaba escribiendo, pero toda mi vida tuve la idea de que mi madre no me veía, que no sabía quién era yo. En un momento dije 'voy a hacer el camino inverso y tratar de ver quién es ella, porque probablemente ella no sea la persona que yo creo que es'. Entonces la empecé a visitar y hablar más seguido y a preguntarle de todo".
Y concluyó: "Yo se que no se escribe para hacer catarsis, pero para mi fue genial hacer ese trabajo con mi madre y encima después de eso se murió. Ahí agarré la novela y dije 'ahora cuento todo', era la única persona que me interesaba que la leyera".