Miles de seguidores de Lula se volcaron a la Avenida Paulista, en el corazón de la metrópoli financiera de Brasil. “Queremos hacer manifestaciones de protesta en todo el país contra esta decisión política ajena a cualquier proceso legal", dijo el líder del PT en la Cámara de Diputados, Carlos Zarattini. "Saldremos a la calle", insistió.

Frente al Museo de Arte de San Pablo, movimientos de izquierda y sindicatos protestaron contra lo que calificaron como "un ataque a la democracia". Alrededor de 4000 personas se instalaron durante tres horas, según los organizadores. Manifestaciones similares se registraron a favor del ex presidente en las ciudades de Brasilia y Porto Alegre, y en el interior del estado de San Pablo, en la localidad de San Bernardo do Campo, donde Lula vivió durante décadas.

A pocas cuadras de la protesta de apoyo a Lula en San Pablo, unas veinte personas celebraron la sentencia al grito de "¡Viva Sergio Moro!". Fue frente a la sede de la poderosa Federación de Industriales del Estado de Sao Paulo (FIESP), impulsora del golpe parlamentario a Dilma Rousseff. Los mercados también festejaron: la Bolsa de Sao Paulo subió un 1,57 por ciento y el real se fortaleció frente al dólar.

Lula fue condenado en primera instancia por cargos de que aceptó sobornos de la constructora OAS, a través de la reforma de un lujoso apartamento ubicado en la costa paulista. Sin embargo, el juez Moro se basó meramente en suposiciones, denuncias mediáticas y delaciones premiadas.

El ex mandatario estará en libertad hasta que un tribunal de segunda instancia confirme o revoque la condena. Los abogados de Lula anunciaron que apelarán la sentencia, que atribuyen a un juicio motivado políticamente para frenar la candidatura del favorito para las elecciones de 2018.