Orígenes es una exposición 65 obras de diferentes épocas y técnicas: óleos, dibujos, acuarelas, cerámicas, poemas.
La puesta se presenta “como un recorrido que se muestra al que mira, como una polifonía donde coexiste una búsqueda de símbolos y mitos, la exquisitez de la composición pictórica, y la inocencia y nostalgia de su campo natal. Nicolás Bustos nos muestra la complejidad del ser riojano en su máxima poesía”.
En charla con La Rioja/12, abre el recorrido de su vida y formación de la mano de grandes maestros. Pero especialmente deja descubrir la profundidad de un artista polifacético y complejo, amante de la tierra:
Soy ese pájaro negro que modela los cerros.
Siento que puedo cruzar rutas que solo el viento ve.
Empapado del movimiento artístico del grupo Calíbar, que marcó la obra de generaciones enteras de artistas riojanos de distintos géneros, los 70' lo llevan a encontrar refugio en Buenos Aires, lejos de la persecución en su provincia.
“El origen en mi obra surge después de años de haber trabajado toda una vida pintando y dibujando. Fue naciendo sin tener una pretensión concreta, aparece como el primer gesto de vida que uno tiene”.
“Siento que descubrí mejor mi origen cuando trabajé en el 68’, 69’ en Córdoba con un equipo de arqueólogos con el cual yo hacía la parte de ilustración de las piezas. Hicimos excavaciones también en La Rioja, en Las Tunitas en Catamarca. Yo trabajaba con pictografías, eso me ayudó a descubrir un poco más de dónde venía yo”, reconoce.
“La curadora de mi obra, Flora Gómez, descubrió también un hilo conductor entre distintas épocas de mi pintura, haciendo figuración, aspersión, surrealismo”, explica.
Bustos menciona la nostalgia como parte esencial de su obra: “La nostalgia es algo que creo nos pasa todos los provincianos que nos vamos a las grandes ciudades; no podemos olvidar los soles, los paisajes, el canto de las tonadas, el buen trato de la gente de los provincianos en general. Es como tener la comida pero que te falte la sal, eso es la nostalgia para mí. Eso me sirvió como disparador, esa añoranza del pueblo de dónde saliste... esa carencia finalmente se transforma en algo artístico”, explica.
Costumbrismo y abstracción, convergen en "Orígenes" en una línea disruptiva que retrata escenas que bien pueden pertenecer a cualquier lugar alejado de las grandes urbes, lo que ubica a Bustos en el lugar de un pintor que trasciende lo regional, precisamente por su propio regionalismo.
Maestros
“Tengo distintas versiones de los maestros con los que estuve: con Miguel Dávila por ejemplo, riojano, uno de los mejores de La Rioja quizás. Lo conocí mientras trabajaba en el taller de Berni, y empecé a tomar clases con él. Nos hicimos amigos, compartíamos la añoranza. Fue un gran colorista, muy ordenado en el color”.
“Berni fue como un padre sustituto, trabajaba ocho horas por día con él. Aprendí esas cosas que uno aprende como si tuviese un padre carpintero esas cosas sencillas que solo se aprenden con el trabajo. Era un laburante, y me dio la oportunidad de conocer el medio, el mundillo de la promoción, los marchand. Ese mundo que no es común para el común de la gente”.
Figuración, aspersión, surrealismo; la búsqueda de su propia figura, lo llevó a experimentar con diferentes estilos: “En la acuarela tuve un gran maestro que fue Guillermo Roux. En su concepto muy clásico de la pintura me ordenó, me ayudó mucho. Yo hacía su taller en La Cárcova, y me invitó a participar del taller en su casa mientras él pintaba con otra alumna. Presenciábamos eso horas y horas. Un hombre con mucha información y mucho conocimiento sobre la pintura”.
“Estuve además con Roberto Páez, un gran pintor y ser humano, muy divertido, compartimos muchas horas de vida con respecto a la pintura. También Julio Raciopi, gran pintor y colorista que me dejó todo un camino para trabajar, tenía casi un sentimiento oriental de la pintura. Una gran profundidad, era un gran maestro. Cada uno desde su lugar me aportó muchísimo para que hoy haga lo que hago.
La vida con Berni
“Yo participé de esa vorágine de su creación, de su deseo con respecto a la pintura. Tenía una libertad de utilizar el material que se le cantaba, de la forma en que se le cantaba. Fue un tipo revolucionario”.
“En el 78’ cuando Berni restauró su mural de Galerías Pacífico, yo junto a otro compañero restauramos el de Spilimbergo, y para mí fue un gran aprendizaje de cuatro meses. Recuerdo que cuando Berni tuvo que restaurar lo de él, y usó colores que no estaban en los murales originales ya que en los 40’ la paleta era muy limitada, un periodista le dijo: ‘Berni, usted le falta el respeto al uso de la paleta’, y Berni le contesta: ‘Si, tiene razón, pero los otros no están, y yo estoy vivo’. Era desafiante. El tiempo que estuve con él en la galería, yo tocaba pinturas de grandes como Spilimbergo y lo tenía a Berni al lado”, recuerda.
En palabras de su curadora
“La exposición 'Orígenes', de Nicolás Bustos es la punta de un ovillo de una narrativa que va a empezar a desplegarse.
Algunos de sus itinerarios hablan de la añoranza del campo en contraposición al intento de retratar el ahogo intempestivo de la ciudad. Otros cuentan escenas fallidas de una vida cultural porteña o buscan el descanso del alma en el estudio de la geometría y el color, o reflexionan intensamente sobre la soledad del individuo.
Primeras impresiones, primeros indicios que mostraremos de este universo propio, crítico, plástico, profundo, de una obra que, en su misterio, excede cualquier modo de individualización y se convierte en una poderosa reflexión sobre este fragmento de la historia argentina y sus territorios desde 1970 hasta ahora".
Origen
Nicolás Bustos nació en 1951 en La Rioja. Realizó talleres de pintura con Miguel Dávila (1971/72), de grabado y pintura con Antonio Berni (1972/81), de fotografía artística con Emilio Ferrari (1973). Se recibió de Maestro Nacional de Dibujo en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, de Capital Federal (1974).
Reconocimientos: Famatina de Plata, otorgado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de La Rioja (2000), Reconocimiento Legislativo Pedro Ignacio de Castro Barros, de la Provincia de La Rioja por su destacada trayectoria en el campo de la cultura (2001). Realizó escenografías para espectáculos teatrales en Buenos Aires, bajo la dirección de Antonio Berni (1978/94). Elaboró varios murales en Buenos Aires, algunos con Antonio Berni (1972/95).
Participó en numerosas muestras colectivas en Buenos Aires, La Rioja, España y Ecuador. Restauró los murales de la cúpula de las Galerías Pacífico de la ciudad de Buenos Aires bajo la dirección de Antonio Berni (1978), del Centro Nacional de la Música en Buenos Aires (1994) y de la Casa de San Luis en Buenos Aires (1997). Desde 1990, viaja a la ciudad de La Rioja para brindar seminarios de tango danza.
Radicado en Anillaco desde 2013, dirige la pareja de tango La Yunta y dicta talleres a los alumnos avanzados en el Centro de Animación Socio Cultural Los Molinos.
Intervino como jurado del Salón Regional de Pintura La Rioja–NOA, organizado por la Secretaría de Cultura (2017). Participó en el Museo Octavio de la Colina en la exposición de pintores paisajistas riojanos “El cielo en los ojos” con sus fotografías en diálogo con las obras en ambas alas del Museo (2018).
Como cantor: grabó en en la ciudad de Buenos Aires un CD de tangos, integrando el Dúo Doble B con el guitarrista Federico Barber (2011). En diciembre de 2017, grabó e ilustró el CD de tango y folklore Par en Par por la ley del disco del gobierno de la Rioja, con arreglos y dirección musical de Luis Chazarreta y la intervención de los músicos Ramiro Reidel, Guillermo Pereyra, Julián Muller, Facundo, Flores, Rodrigo Gaetan y Manuel Figueroa.
Orígenes, estará expuesta hasta el 31 de enero de 2023 en el Espacio de Arte de la Fundación OSDE de la capital riojana. Como plus, todos los viernes a las 11 horas hay charla a pie de obra con su autor.