Un Lannister siempre paga sus deudas, y Nikolaj Coster-Waldau devuelve toda inversión en su rol de Ser Jaime, el Matarreyes, un personaje que en el primer episodio de Game of Thrones tenía sexo con su hermana melliza y tiraba a un chico por una ventana, pero supo ir más allá del villano monofacético. Nacido en Rudkøbing, Dinamarca, hace 46 años, el intérprete pasó por Buenos Aires para la convención Comic-Con: inmejorable ocasión para el diálogo cara a cara con una de las estrellas de GoT.
–La serie tiene muchos personajes, pero el suyo es uno de los más interesantes: empezó siendo odiado a fondo por mucha gente, pero fue sufriendo una transformación que cambió esa manera de verlo.
–Es cierto... Creo que lo interesante de una serie de televisión es que uno tiene tiempo para ver el desarrollo de los personajes, y ver qué va sucediendo con ellos. En el comienzo ves sus acciones sin mayor contexto. A medida que uno va avanzando ve que hay razones por las cuales hace lo que hace, se empieza a conocerlo. Una de las causas del éxito de este show es que no hay blancos y negros, siempre hay una zona gris. Y Jaime tiene razones para hacer lo que hace, y más adelante es capturado y pierde su mano, y pasa mucho tiempo con Brienne y se puede ver otra parte de ese hombre. Llegás a entenderlo, ves que en esencia él tiene un honor, que no hace las cosas porque sí. A veces hace cosas horribles, pero tiene razones. Podés no estar de acuerdo con ellas, pero al menos podés entenderlas.
–Usted empezó en el teatro de su país justamente interpretando a Laertes, el hombre que mata a Hamlet. Es difícil no pensar en Shakespeare cuando uno ve Game of Thrones.
–Lo sé, es inspirador, sin dudas. Pienso en ese Laertes... ¡wow, eso fue 25 años atrás! Pero sí, es una buena comparación: yo amo a Shakespeare, esas historias, esos grandes dramas. Lo curioso es que a veces ves estos programas, ves algo como Game of Thrones y decís “esto es muy loco, es demasiado violento, es exagerado”... y entonces simplemente prendés el noticiero y aparece la realidad que es mucho más loca, más extrema. Es el mundo en que vivimos.
–El mismo George R. R. Martin señaló que su inspiración fue la Guerra de las Rosas, que fue bien real.
–¡Claro! Ese fue el marco en que se basó. Nosotros en Dinamarca sabemos de eso, de una historia de conflicto constante, una pelea muy sangrienta por el poder. Finalmente llegás al punto en que te planteás que no estaría mal intentar otro abordaje, en lugar de matarse unos a otros: bueno, votemos, quizá eso funcione mejor.
–Es sabido el secretismo alrededor de la serie, pero ¿qué se puede esperar de estas dos últimas temporadas? GoT fue siempre algo grande, pero últimamente se volvió más y más grande, puro cine...
–Siempre tuvo esta mezcla de grandes batallas de tono cinematográfico mezcladas con escenas muy íntimas, con solo dos o tres personajes. Ese va a seguir siendo el marco pero... pongámoslo de esta manera: vamos a tener siete episodios por temporada, y estos episodios de la séptima tomaron más tiempo que el año pasado. Es... muy grande. Los dragones están creciendo, todo crece, y el conflicto final está cada vez más cerca. Daenerys está llegando y eso obviamente va a provocar un gran enfrentamiento. Todos nos estamos matando para cumplir lo que se espera. Estamos llegando al final del show, y deseamos deseperadamente estar a la altura de las expectativas, darle a los fanáticos lo que esperan, algo que los sorprenda, los entretenga y que esperamos tenga sentido.
–En estos días se supo que va a trabajar junto a Brian de Palma, en su regreso al cine después de cinco años.
–Sí, es así, aunque terminaré de creerlo cuando esté en el set y diga “Acción”. Pero el proyecto está en marcha, y De Palma es una verdadera leyenda, lo que lo hace muy excitante. Además la historia está muy bien, es una película ambientada en Europa llamada Domino: un tipo que busca revancha y todo tiene que ver con el efecto dominó, cómo una venganza desencadena toda una serie de cosas, cómo la violencia trae más violencia.
–Viene de trabajar duro en un megaéxito mundial. ¿Qué hace un actor después de algo así? ¿Se toma vacaciones o aprovecha el envión para elegir los mejores proyectos?
–Hacer esta serie ciertamente fue un montón de trabajo, pero la cuestión a fin de cuentas es que me gusta trabajar. Quizá debería tomarme un tiempo, pero... Brian de Palma está llegando a la ciudad. ¿Cómo voy a decirle que no a eso?